DIVIDIDO. Raúl Procopio, en El Rosal. / ANTONIO VÁZQUEZ
Cádiz C.F.

Un espía con doble identidad

Raúl Procopio, ex entrenador de Cádiz y Balona, analiza a un rival que adelanta no se ajusta al perfil del «típico colista»

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Ha sido entrenador del Cádiz y de la Balona. Es cadista de nacimiento y balono de sentimiento. Su corazón se divide cuando se le pide que pronostique un resultado para este domingo. No obstante, por preferir, recurre a la frialdad para inclinarse por un resultado positivo de cara a los intereses linenses. «Más que nada porque los puntos son más necesarios para la Balona, aunque a ambos equipos les debo mucho en todos los sentidos», dice Raúl Procopio, quien aprovecha para analizar al próximo rival del Cádiz en Liga.

De entrada, Procopio avanza que el Cádiz «no se va a encontrar al típico colista». Y pronostica que «no me cabe la menor duda de que la Balona plantará cara al líder porque, además, contará con un público que acudirá en masa al Municipal».

También piensa que la Balona presenta «unos números muy engañosos, ya que ha empatado hasta en siete ocasiones», informa. Cree que el once balono «tiene mu-cho potencial y aunque el Cádiz esté en una forma excepcional será un partido muy disputado».

Un factor que destaca por encima de todo es la llegada de Baby al banquillo linense. «Ha llevado el optimismo por bandera. Es un entrenador que trabaja muy bien el estado anímico de los jugadores y los mentaliza mucho. Además, gracias a la experiencia que tiene cuenta con el respeto de la afición, que le quiere mucho. Él no gana los partidos, está claro, pero hace mucho por hacerlo».

Elogia a las aficiones

También se deshace en elogios cuando le toca hablar de la afición balona, a la que denomina «prima-hermana de la del Cádiz». La tacha como «igual de exigente» que la del Cádiz. Pero pese a lo complicado que resulta para el entrenador «es gratificante porque te sientes como tal cuando ves la grada llena». Precisamente, recurre al sentir crítico de la hinchada albinegra para poder explicar el mal momento del once del Campo de Gibraltar. «Es posible que esa exigencia de la grada pase factura a jugadores que no estén a la altura, que se sientan desbordados y presos de los nervios pero eso va en el sueldo». También cree que la Balona haya pecado de «inexperiencia» en sus primeros partidos en su regreso a Segunda B. Sin embargo, piensa que la llegada de Baby ha vuelto a unir a equipo y directiva con la afición.

Por todo ello, espera este domingo un ambiente espectacular en las gradas del Municipal y con un trato excepcional entre ambas aficiones porque «en La Línea hay mucha gente del Cádiz».

Desvela a Baby

Raúl hace de espía del Cádiz y desvela el fútbol que suele practicar los equipos de Baby, un entrenador que conoce a la perfección ya que lo tuvo como entrenador en sus últimos años como futbolista. «Hace un fútbol directo y buscando las segundas jugadas, con dos medio centro de batalla y que un clásico 4-4-2», informa. Además, dice que «este año cuenta con jugadores para hacerlo como son Manrique y Enzo Noir arriba y Carlos Guerra, Chico o Copi en la medular».

Pese a ello, señala a Baby como un técnico «valiente que va a por los partidos cuando cree que puede ganarlos».

Dejando a un lado la Balona, Procopio, que en la actualidad cumple con nota en el banquillo del Estepona de Tercera División, ve a un Cádiz muy cambiado del que tuvo que dejar para dar paso a Julián Rubio. Víctima de un vestuario viciado, opina que esta temporada, en cambio, «se han hecho las cosas con sentido y también ha acompañado un poco la suerte porque muchos decían en pretemporada que parecía un equipo ramplón». Aunque lo que considera realmente clave es la desaparición de la plantilla de «muchos jugadores que no estuvieron a la altura y que afortunadamente no han continuado para que ahora el vestuario sea un equipo cohesionado y que funcione».