Economia

Un Nobel y Spielberg, entre las víctimas

Cuando Bernard Madoff vigilaba las ariscas aguas en la playa de Far Rockaway, en Queens, el joven socorrista no se imaginó que los 5.000 dólares que le permitirían dar rienda suelta a su carrera financiera acabarían por pasarle factura cinco décadas más tarde. Una de las primeras lecciones que todo 'trade' debe grabarse con sangre es que el dinero fácil no existe.

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Desde que la semana pasada se descubriera que el veterano inversor podría haber defraudado hasta 50.000 millones de dólares a buena parte de la flor y nata del sector financiero y la alta sociedad de medio mundo, es difícil creer que un hombre con una reputación intachable se haya metido en la boca del lobo con conocimiento de causa. Madoff era sinónimo de sofisticación, un dios de las finanzas; por eso, millonarios de la talla del dueño del equipo de beisbol de los New York Mets, Fred Wilpon, el presidente de GMAC LLC, J. Ezra Merkin, o el ex propietario de los Eagles de Filadelfia, Norman Braman, confiaron dinero al que fuera ex presidente del Nasdaq.

Los investigadores continuaron ayer escudriñando los registros de la firma de inversiones de Madoff, mientras la lista de víctimas se amplía para incluir al magnate inmobiliario Mortimer Zuckerman, la fundación del ganador del Nobel de la Paz Elie Wiesel, el senador Frank Lautenberg y a una organización de caridad de Steven Spielberg.

El escarmiento de aquellos que mordieron el anzuelo se contagia hasta entidades consolidadas y con nombre propio, como muchos gigantes bancarios europeos.