«Los bicentenarios deben servir para construir Iberoamérica»

Esta vez no fue una indisposición lo que alejó de Cádiz al secretario general de Iberoamérica (SEGIB), Enrique V. Iglesias, sino el tráfico aéreo. El responsable de la organización de las cumbres iberoamericanas tenía una cita pendiente para pronunciar una conferencia sobre los bicentenarios de las independencias latinoamericanas, dentro de la Semana Constitucional organizada por el Ayuntamiento. En su lugar, tomó la palabra el director de gabinete de la Secretaría, Fernando García Casas.

En su alocución, directa, centrada y con las dosis justas de apego a la realidad, García Casas se refirió a la oportunidad que representan los bicentenarios para «construir un futuro compartido desde el conocimiento del pasado». En un tono optimista sobre el futuro de la región iberoamericana -como no podía ser de otra forma, tratándose de un diplomático de carrera- el responsable de la SEGIB se refirió a que la celebración de los 200 años de la independencia en la que pronto estarán inmersos varios países (México, Colombia y Chile, entre otros) «son actos ineludibles en las agendas de los países». En ese sentido, mostró el «pleno respeto y acompañamiento» de la institución de la que forma parte, pero al mismo tiempo, advirtió que esta «no puede ser sólo una conmemoración histórica, sino que debe servir para avanzar en la construcción de la comunidad iberoamericana», fijando los objetivos en dos frentes: los derechos humanos y la democracia».

Recordó a los presentes -había embajadores y cónsules entre el escaso público que se dio cita en el Salón de Plenos- que no es frecuente que las metrópolis se unan a los actos para celebrar que algunas naciones dejaran de ser sus colonias. «Nosotros, además, no tenemos choque de civilizaciones». A continuación, pasó a enumerar muchos de los retos que tiene la comunidad iberoamericana. Lo primero será mejorar la educación de «la generación de los bicentenarios», que llegará a la edad adulta en 2030.

También habrá que extender la innovación tecnológica, proyectar la identidad iberoamericana y dar una nueva dimensión a la cultura de los países hispanos. Otro gran reto será cohesión social, es decir, disminuir el abismo que hay entre las diferentes clases.

García Casas recordó la importancia de crear un gran voluntariado en torno a los bicentenarios y conseguir la integración de los inmigrantes en las sociedades que los reciben.

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