Relax

uando alguien cree que tiene todo el trabajo hecho, se relaja, se toma la vida con calma, a verlas venir. Esto está bien si como digo uno ha cumplido con lo prometido, pues nadie puede estar al cien por cien todo el tiempo. Pero relajarse a mitad de faena es peligroso. Pues lo que te queda por hacer se te hace cuesta arriba, te adelantan, y volver a coger el ritmo idóneo es difícil. Y esto me parece a mí, que es lo que le está pasando al Cádiz. Hay cierto rumor de que el equipo no está jugando igual que como empezó, y aunque esto pueda deberse a que los contrarios nos empiezan a conocer mejor, y saben nuestros puntos fuertes y débiles, también es cierto de que hay un puntito de relajación, de autosuficiencia. En la grada hay un ambiente de tranquilidad absoluta, de seguridad de que el equipo va a ganar seguro. Nunca había vivido en el Carranza, con un 0-2 en contra esa seguridad de que se iba a remontar. Y se remontó, pues cuando el equipo se pone manos a la obra, se ve, se nota, que es muy superior al resto, con nuestros fallos y todo. Pero no creo que sea bueno que eso se demuestre tan solo en 30 minutos de partido, y el resto del encuentro se lo lleve jugando al tran-tran. Si como yo creo el Cádiz es tan superior a los demás, hay que demostrarlo desde el primer minuto, solventar el partido lo antes posible y después a relajarse un poquito y a darle minutos al banquillo. Pero empezar el partido a medio gas, con cierta prepotencia, como sabiendo que ya caerán los goles ¿¿No hijo no!! Pues en Segunda B hay muchos equipos como el Marbella, honrados, valientes y trabajadores aunque estén sin cobrar. Y si a ellos les pudimos levantar el resultado, todos los días no va a ser así. Y aunque el empate sea un mal menor, tampoco el colchón de puntos es tan grande para ir regalándolos. Que el domingo tenemos un hueso y podemos empezar a echar en falta lo que nos hemos dejado atrás porque nos dio la gana. Así que ¿¿vamos a dejarnos de tonterías!! deportes@lavozdigital.es