Baby vuelve al banquillo de la Balona para lograr el objetivo de la salvación

La Balona alcanzó en la tarde de ayer un acuerdo con Gabriel Navarro Baby para que, por enésima vez, se haga cargo del banquillo tras la destitución el pasado domingo de José Luis Burgueña.

El preparador algecireño vuelve pues al cargo que decidió abandonar voluntariamente a mediados del pasado mes de junio, justo después de ascender al equipo a Segunda B.

El objetivo es claro: conseguir la permanencia, una meta para la que Baby ya está plenamente concienciado y que a partir de esta tarde tratará de acercar partido a partido, la fórmula que le llevó al éxito en la última andadura.

La directiva no ha barajado ningún otro nombre tras decidir que Burgueña debía marcharse. El algecireño ha sido el primero y único en las pretensiones de la entidad pese a que han salido muchos nombres.

Una llamada del presidente, Alfredo Gallardo, sirvió para apalabrar un acuerdo que fue refrendado con un apretón de manos por la tarde. Sobre la mesa sólo puso un requisito para emprender esta nueva andadura, que David Rico fuese su segundo de a bordo.

Después de que el linense aceptara mantener el cargo y luchar junto al algecireño por la salvación, todo fue coser y cantar.

«Trabajar en la Balona me produce una gran satisfacción personal. Aquí he sido muy bien tratado», dijo nada más confirmarse su retorno al banquillo linense.

«Es una inmensa alegría contar con el apoyo de la mayoría de la afición y también creo que tengo el respeto de los jugadores y de los profesionales y compañeros», añadió. En cuanto a su relación con el presidente de la Balona, Alfredo Gallardo, Baby dijo que siempre hará lo que crea necesario. «Alfredo cree que esta decisión es la mejor para el club». Respecto a su estrategia de trabajo, tiene las ideas claras. «Mi única prioridad es contar con mi equipo de siempre, es decir, David Rico, que es mi mano derecha; Miguel Partal, el mejor en su profesión; y Chichi, el mejor entrenador de porteros».