Economia

Unas cinco mil personas se manifiestan para protestar por el ERE de Cerámicas Bellavista

Unas 5.000 personas se manifestaron ayer por la situación laboral de la planta Cerámicas Bellavista en Dos Hermanas), perteneciente a Roca, con el objetivo de protestar el expediente de regulación de empleo que la empresa prevé para el 80 por ciento de la plantilla y que afecta a 191 empleados de los 242 existentes.

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Según indicó el presidente del comité de empresa, Carlos Cortés,, a la convocatoria han acudido miles de personas y ha transcurrido con «total normalidad y con un gran apoyo por parte de sindicatos, representantes políticos y vecinos, que ya vienen demostrando su solidaridad a los trabajadores de la planta desde el comienzo de la situación laboral». La manifestación salió entorno a las 12.00 horas desde la puerta de la fábrica de Cerámicas Bellavista y se dirigió al Ayuntamiento de Dos Hermanas a través del centro de la ciudad, discurriendo por la Plaza de Abastos, la calle Botica o Santa María Magdalena.

A su llegada al Consistorio, una representación de la plantilla de Cerámicas Bellavista leyó un manifiesto, apoyado por el alcalde del municipio, Francisco Toscano.

Los trabajadores comenzaron el pasado martes a realizar turnos de guardia a las puertas de las instalaciones para protestar por su situación laboral y anunciaron el «endurecimiento» de sus acciones y movilizaciones si la compañía no dada una solución al problema.

La empresa anunció a finales de la semana pasada que traspasará toda su producción de porcelana sanitaria de su planta de Dos Hermanas a otra ubicada a apenas once kilómetros en Alcalá de Guadaíra, ambas en Sevilla. Así, Cerámica Bellavista mantendrá en la planta de Dos Hermanas sus oficinas, almacén y centro logístico para seguir realizando las tareas de comercialización y distribución habituales. Además, la empresa defendió que la previsión es que esta situación «continúe durante varios años más» puesto que «no es un problema meramente coyuntural, sino de cambio de ciclo económico» y añadió que la disminución del consumo y la crisis de la construcción «ha provocado un constante descenso de las ventas, generando un volumen de stock insostenible».

Por ello, para hacer frente al «desfase entre ventas y producción» se redujo el programa de producción para reajustarlo a las necesidades de ventas actuales y previstas para los próximos años, «que van a ser muy inferiores a las de años anteriores».