El doctor Felipe García (d), del Sevicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Barcelona, el doctor Juan Carlos López Bernaldo de Quirós (i), de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y VIH del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, y el doctor Mariano Esteban (c), investigador del CSIC, en el Clínico de Barcelona donde han anunciado el inicio de los ensayos. /Efe
avances en la investigación

Científicos españoles inician el ensayo de la vacuna preventiva del sida

La primera fase comprende la participación de 30 voluntarios sanos y con bajo riesgo de ser infectados

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Investigadores españoles han anunciado este martes el inicio de un ensayo de la primera vacuna desarrollada en España contra el Sida; no evita la infección por VIH pero sí protege contra el desarrollo de la enfermedad. Los trabajos, coordinador por el Hospital Clínico de Barcelona, arrancarán en enero con 30 voluntarios no infectados. A 24 de ellos se les inyectará la nueva vacuna (MVA-B), mientras que al resto se les proporcionará placebo y servirán de grupo de control.

En los ensayos intervendrán investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del hospital Gregorio Marañón de Madrid. Se trata de primer ensayo clínico en fase I que se realiza en España de una vacuna preventiva contra el VIH, el virus responsable de la pandemia del Sida.

Esta primera fase comprende la participación de 30 voluntarios sanos y con bajo riesgo de ser infectados y su objetivo es evaluar la seguridad de la vacuna y su capacidad de inducir respuestas inmunes, según ha explicado en Barcelona Felipe García, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico.

La vacuna experimental MVA-B, patentada por el CSIC y desarrollada por el equipo dirigido por Mariano Esteban, está basada en el subtipo B del VIH, el más frecuente en Europa y Estados Unidos, y utiliza cuatro antígenos (sustancias que desencadenan la formación de anticuerpos en el organismo) modificados de esta variedad del virus para fomentar la activación de una respuesta inmunológica en el organismo.

Para introducir estos antígenos en el organismo, MVA-B se sirve de un vehículo transportador -el poxvirus MVA-, incapaz de multiplicarse en la células humanas, pero sí de producir los antígenos del VIH. Esteban ha explicado que es una versión modificada del virus vacunal empleado como vacuna en la erradicación de la viruela.

Ocho años de preparativos

El desarrollo de esta vacuna experimental se inició en 2000. Desde entonces se ha testado en ratones y monos y se ha probado su seguridad y capacidad de inducir respuestas inmunes que protegen frente al virus de inmunodeficiencia del simio, similar al VIH. Ahora es el tiempo de los humanos. Se empezará con los no infectados en un proceso que consta de tres fases y que tiene una duración aproximada de diez años.

El responsable del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico ha advertido de que "no se pueden levantar expectativas falsas", al tiempo que recordaba que en esta fase I se quiere comprobar que el organismo es capaz de generar respuestas defensivas frente a estas proteínas del VIH. Si la vacuna demostrara que es es capaz de generar defensas, en futuros ensayos (fases II y III) se podría comprobar si son eficaces en la lucha del organismo frente al VIH, evitando el desarrollo de la enfermedad.

Los voluntarios de la fase I, con edades entre 18 y 55 años y con bajo riesgo de infección por el VIH, iniciarán el ensayo en enero y al último de los voluntarios se le administrará la primera dosis antes de junio de 2009 y durará un año. Los primeros resultados se podrían tener en mayo de 2010, según ha señalado Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y VIH del Gregorio Marañón.

El médico del Marañón ha asegurado que con este ensayo España "se pone a la altura" de otros países en investigación médica y que se enmarca en la línea de las nuevas vacunas que más que "absolutamente preventivas", buscan "protección del desarrollo de la enfermedad".

Los tres investigadores han querido lanzar un mensaje de tranquilidad y han subrayado que, "en ningún caso", el ensayo puede provocar la infección por VIH, ya que no se utiliza el virus completo, sino solo alguna de sus partes.