SUBVENCIÓN. Fachada beneficiada en Loreto. / A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

«Hay vecinos que no quieren poner ascensor»

Los edificios de viviendas de la plaza Virgen de Loreto fueron construidos a principios de los años setenta. Por ello, son ya muchas las comunidades de vecinos que han optado al Plan de Rehabilitación de la oficina especial de la Junta para «acometer obras de mejora de forma subvencionada», según reconoce José Aragón Romero, el presidente de la Asociación de Vecinos Campo de la Aviación.

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Ayer mismo firmaron un convenio con esta administración los residentes del bloque número 3 de la plaza Virgen de Loreto con el objeto de «arreglar la fachada y los patios interiores que ya cuentan con humedades».

Los propietarios del bloque número 2 de la calle Juan Sebastián Elcano también se han beneficiado de las subvenciones de la Junta para poner ascensor. La instalación de los elevadores, que ya ha comenzado hace unos meses, permitirá a Francisco Campos Delgado, un vecino de 83 años de edad que tiene una pierna amputada, salir a la calle. «Lo primero que voy a hacer cuando tenga ascensor es ir a la plaza Virgen de Loreto para tomar el sol y ver a los amigos», comenta sentado en la silla de ruedas.

Los trámites del proyecto de rehabilitación para la instalación de los elevadores han llevado un periodo largo de tiempo, en concreto «año y medio», según detalla Francisco Piñero, el vecino del segundo. «Nos acogimos al Plan de Rehabilitación del Casco Histórico de la Junta de Andalucía porque dábamos el perfil. Todo lo hemos hecho nosotros, la comunidad de vecinos. Fueron varios los papeles que necesitábamos, pero al final todo salió adelante. El presupuesto asciende a unos 200.000 euros y la Junta asume el 95%», explica.

Mientras, otros residentes de la zona, como Manuel Dávila Fernández, reconocen sentir «envidia sana» porque el edificio donde él vive con su madre no tiene suficiente espacio para poner ascensor. «Tendría que ser por el patio interior, pero los vecinos no nos hemos puesto de acuerdo», lamenta mientras mira a su madre Isabel Bethancourt Morales, de 89 años, que padece de Parkison y está en silla de ruedas.

Lo mismo le sucede a Francisca López Ortiz, otra anciana de 89 años que reside en el número 7 de la plaza Virgen de Loreto y que tiene problemas de movilidad. «Esta mujer sólo sale a la calle una vez a la semana gracias al programa de Ayuda a Domicilio de la asociación de vecinos», admite Alberto García Sánchez, el vocal de Servicios Sociales de la entidad vecinal de Loreto.