La cúpula de Barceló, inaugurada ayer en Ginebra. /Afp
la polémica llega al congreso

Moratinos denuncia la «demagogia» del PP por criticar el coste de la cúpula de Barceló

El ministro de Exteriores y el diputado Gonzalo Robles intercambian críticas en su enfrentamiento durante la sesión de control

MADRID Actualizado: Guardar
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Sesión de control al Gobierno, esta semana con mayor presencia de diputados tras los últimos toques de atención del presidente de la Cámara, José Bono, por el absentismo de los políticos en el hemiciclo. Además de la economía, el otro gran tema que ha centrado la jornada ha sido la polémica cúpula de Barceló en Ginebra, inaugurada ayer entre elogios del Rey y Zapatero y criticada por el PP por su elevado coste, parte del cual ha salido de los Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD).

Las acusaciones se han cruzado este miércoles entre el ministro de Exteriores y el portavoz de cooperación del PP en el Congreso. Miguel Ángel Moratinos ha replicado a las críticas con más críticas. Ha denunciado la "demagogia" de los 'populares' por mezclar en el mismo debate el coste de la obra del artista y las vacunas que se podrían haber comprado con el dinero empleado del FAD y ha atribuido al principal partido de la oposición "manipulaciones".

Así respondía a la pregunta del diputado del PP Gonzalo Robles, que ha acusado al Gobierno de "haber metido mano en la caja de la cooperación" para financiar la obra inaugurada en Ginebra. Robles ha asegurado que con el medio millón de euros del FAD gastados en la remodelación de la cúpula, se podrían haber adquirido miles de vacunas en África, argumento que Moratinos ha calificado de "insólito y lamentable".

El titular de Exteriores ha recordado que el anterior Gobierno del PP no compró ninguna vacuna ni construyó ninguna escuela en África durante su último mandato. "¿Cuántas vacunas dieron en 2003 a África? Cero, cero. Nosotros hemos vacunado a un millón de africanos. ¿Cuántas escuelas durante su período? Nosotros, 63 millones de educados", ha detallado. "No me va a dar lecciones sobre la lucha contra la pobreza en África", ha añadido con severidad para sentenciar: "Eso es demagogia y si usted quiere demagogia, aquí no la encontrará por parte del grupo socialista y del Gobierno".

Una financiación en cuestión

Robles, portavoz de cooperación del PP en el Congreso, ha tildado de "inaceptable" la manera en que el Ejecutivo socialista ha financiado la decoración de la rebautizada Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones, cuyo coste ha superado los 20 millones de euros. El diputado del PP ha reprochado que se haya recurrido a "la caja en donde está el dinero para la cooperación, de donde ustedes han metido la mano en esa caja y la han llevado a otra caja que es para la rehabilitación de edificios". Si ese medio millón de euros se hubiera destinado al tercer mundo, se habrían comprado 178.000 vacunas del sarampión y 400.000 de la tuberculosis, según Robles.

También se habrían hecho -ha proseguido- veinte dispensarios en Haití, otros diez en la República Democrática del Congo, ocho colegios en Guatemala y tres acueductos en aldeas de Colombia. Robles ha criticado, además, los elevados honorarios recibidos por el artista mallorquín y que parte de la financiación haya procedido de Comunidades Autónomas gobernadas por los socialistas.

Moratinos ha salido en defensa del pintor mallorquín y ha expresado el "orgullo" del Gobierno de que pase a la Historia por su contribución a la ONU en uno de sus edificios más emblemáticos. El ministro ha criticado que sólo el PP se haya desmarcado de lo que ha definido como un "proyecto país", cuando importantes empresas españolas han contribuido a su financiación y ha sido alabado por todo el mundo.

A las críticas lanzadas por el PP se ha unido el también diputado Miguel Arias Cañete, que ha aprovechado una pregunta previa sobre economía dirigida al vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, para calificar de "ilegal, inmoral y bochornoso" hacer uso del FAD para costear la obra. El ministro no ha entrado en el debate y se ha limitado a defender la austeridad del Ejecutivo en los gastos, aunque lacónicamente señalaba que "es evidente" que al PP "no le gusta la obra de Barceló".