La radio de verdad

El Salón Regio de la Diputación Provincial de Cádiz fue escenario el pasado jueves de un gran reencuentro. La gran mayoría de los que allí fueron habían estado con ella esa misma mañana o por la tarde, pero no de esa forma. Fue el gran reencuentro con la radio, la radio con mayúsculas, sin aditivos, sin fuegos de artificio, con el alma al aire, la radio de verdad. Eso es Canal Sur. Mientras jugábamos a vivir, esquivando los empujones del destino, los del canalillo se han hecho mayores y han cumplido ya 20 años. Parece mentira, parece que llevaran mucho más tiempo ahí, ¿verdad? Pues no. Han sido 20 años, los primeros 20 añitos de una emisora con ADN puramente andaluz y que podríamos decir que, llegada a esta edad, está de lujo. Modesto Barragán y su tropa -un puñado de profesionales de la talla de Salud Botaro, Victoria de Haro, Fernando García, Pepe Rosales y otros tantos- nos invitaron a un regreso al pasado en el que partimos de 1988 hasta llegar a nuestros días, y revisamos todo lo que ha pasado en estas dos décadas por delante de los micrófonos de Canal Sur, aquellos que llegan donde nadie lo hace, los que han trasvasado la vida a las ondas día tras día, los que han dado voz a gentes y pueblos de nuestra Andalucía que durante tanto tiempo estuvieron mudos. Fue un viaje inolvidable que nos sirvió para darnos cuenta de cuánto hemos cambiado, y que nos dejó ver la importancia de la radio pública como elemento vertebrador de nuestra provincia y de nuestra comunidad autónoma.Y es que Canal Sur Radio es otra historia. Es el reflejo del avance de nuestra tierra y de la valía de los andaluces; es otra historia. Es la información más cercana y sin tapujos, la amiga incondicional, la respuesta a tantas preguntas y la apuesta que nunca perderemos. Es Carmen Abenza, Tom Martín Benítez, Carlos Herrera, Jesús Vigorra o Manolo Casal; es otra historia. Y es la comunicación con acento andaluz y el futuro que nos retransmitirá esta emisora a la que todos llamamos «la nuestra». No disimulo el verdadero aprecio que le tengo a una casa donde desarrollé tres años de mi trayectoria profesional, donde crecí como periodista, hice amigos y multipliqué mi loco enamoramiento por esa mujer llamada radio a la que un día dije hasta luego. Allí trabajamos duro para hacer llegar cada vez a más lugares lo que pasaba a diario en Jerez y su Marco, y allí hubo momentos de tensión, de análisis y también de alegría y buen humor. Me viene al recuerdo, precisamente, una anécdota que seguro que recuerdan mis compañeros de entonces en Canal Sur. Cierto día llegó a Jerez el llamado Autobús del Huevo. Bueno, esto era una iniciativa del Ministerio de Agricultura para fomentar el consumo saludable de huevos y, especialmente, advertir a los consumidores para que vigilasen bien el origen del susodicho y no comprasen nunca huevos que no hubiesen pasado los controles sanitarios y alimentarios que marca la legislación vigente. Como podrán imaginar, un tema como el huevo da para muchos chascarrilllos y comentarios bien y malintencionados. El caso es que allí que se fue un servidor. El citado autobús estaba estacionado en el aparcamiento de Merca-80 San Benito. Nos dieron la información precisa, y de vuelta a la emisora para contárselo a todos los oyentes de Canal Sur. Como en aquella jornada debía estar celebrándose el día internacional de la guasa marismeña y como tenía yo alguna venganza pendiente, se me ocurrió redactar la noticia de tal forma que quien la fuese a leer en antena no pudiera evitar soltar una carcajada. Sólo recuerdo que la pieza en cuestión comenzaba así: «No se fíe nunca usted de un huevo que no esté debidamente etiquetado». Yo nunca me podía haber imaginado que el encargado de leer la noticia iba a ser un servidor, pero me cogieron las vueltas y así fue. Apenas pude pronunciar palabra en antena. Todavía nos estamos riendo. En fin, por estas y otras muchas cosas, compañeros de Canal Sur Radio, se os quiere un huevo. Muchas felicidades