La Casa Real desautoriza el libro de Pilar Urbano sobre la Reina

La Casa del Rey envió a última hora de la tarde de ayer un comunicado con el que desautoriza el libro La Reina muy de cerca. Pilar Urbano vuelve a Palacio. El motivo parecen ser las declaraciones que, supuestamente, doña Sofía, vierte sobre las bodas homosexuales -«Que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es»- y que durante todo el día provocaron un aluvión de críticas, en especial por parte de colectivos homosexuales, pero también de representantes de algunos partidos políticos. Al parecer, la autora asegura que en Zarzuela dieron el visto bueno al libro antes de enviarlo a la imprenta, lo cual, de ser cierto, haría más sorprendente esta desautorización. Además, éste es el segundo libro que Urbano publica sobre la Reina, con la que ya se entrevistó para ello hace 13 años.

La frase sobre los matrimonios gays es sólo una de las que recoge la obra, en la que se pueden leer supuestas opiniones de la Reina sobre diversas cuestiones, algunas tan comprometidas como el aborto y la eutanasia, en las que se posiciona en contra, y la, a su juicio, necesaria enseñanza de la religión en las escuelas -«al menos hasta cierta edad»-. La Casa del Rey dice que la periodista pone en boca de doña Sofía unas «supuestas afirmaciones que, en todo caso, se han hecho en un ámbito privado y que no corresponden con exactitud a las vertidas por Su Majestad la Reina, como oportunamente se le ha hecho saber a la autora».

La conversación entre las dos mujeres recogida en el libro, que ayer acababa de ser colocado en las estanterías de las librerías españolas, transcurre así cuando hablan sobre las bodas homosexuales: cuando Urbano le interroga sobre la familia, la Reina se refiere sólo a «hombre y mujer como pareja inicial», afirmación que provoca la observación de la periodista sobre las parejas del mismo sexo. Es entonces cuando doña Sofía argumenta sobre el tema y dice, supuestamente, cosas como ésta: «Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país; pero que a eso no lo llamen matrimonio porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión...».

La nota de la Casa del Rey señala también que, «tal y como se reproducen sus palabras, no reflejan la profunda actitud de respeto de Su Majestad la Reina hacia todas las personas, su cercanía hacia quienes sufren, son perseguidos o discriminados». Añaden que tampoco son muestra fiel de su «neutralidad frente a los asuntos objeto de polémica en la vida pública española e internacional y, en particular, frente a aquellos ámbitos objeto de decisiones adoptadas por los representantes de la soberanía nacional o por cualquiera de los otros poderes del Estado».

La nota concluye con una disculpa: «Su Majestad la Reina lamenta profundamente que la inexactitud de las palabras que se le atribuyen haya producido malestar o disgusto en personas o instituciones a las que siempre ha profesado y profesa un profundo respeto».

Los colectivos homosexuales fueron ayer los primeros en pronunciarse sobre las polémicas declaraciones, calificándolas de «salida de tono intolerable», según el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Antonio Poveda, que pidió una rectificación. Tachó de «inaudito» que la Casa Real se manifieste sobre asuntos sociales y advirtió de que «están cuestionando al Parlamento y a las instituciones democráticas». Añadió que si los homosexuales salen a la calle o hacen manifestaciones es porque «existe la homofobia», y recordó «la ostentación» que se hace en las bodas de la Casa Real.

Valoraciones políticas

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, declinó hacer valoraciones sobre las palabras de la Reina. Por parte del PP habló Vicente Martínez Pujalte quien dijo que las declaraciones le parecían «muy bien». Joan Ridao (ERC) afirmó que ella es «libre» de opinar aunque «se extralimita con sus opiniones conservadoras» porque excluyen. Mientras que Iñaki Anasagasti (PNV) cree que «está en todo su derecho para opinar», aunque se ha metido «en un jardín de rosas, pero también de espinas». Gaspar Llamazares (IU) dijo: «Por suerte en España el Rey reina pero no gobierna, y la Reina tampoco».