AVANCE. La actuación de recuperación y reconversión en un hotel de la Casa del Almirante se ha demorado de nuevo. / ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Cinco estrellas en el aire

El hotel de la Casa del Almirante no recibirá esta distinción turística de lujo mientras la promotora y Agaden no solucionen su litigio por los dos locales del bajo La entidad ecologista tiene un contrato de arrendamiento irregular

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Las obras de la Casa del Almirante vuelven a sufrir un nuevo retraso aunque, según la promotora del proyecto (Casa Aguilar S. L.) no suspenderá los planes de abrir el hotel en el próximo año.

La constructora no puede continuar la actuación de rehabilitación y remodelación de la finca al estar ocupado los dos locales del bajo por la asociación ecologista Agaden, lo que ha motivado que se haya abierto un proceso judicial entre la entidad y la empresa ejecutora del proyecto.

El promotor, Honorio Aguilar, explicó que «hace unos meses, ofrecí a Agaden la cantidad de 72.000 euros para que adquiriesen otro local, aunque denegaron la oferta». Fue entonces cuando comenzó una «guerra que ganaré, porque la ley está de mi parte», apostilla.

Aguilar añade que «de que podamos utilizar o no, estos los dos locales que ocupa actualmente Agaden depende que nos concedan las cinco estrellas para el hotel». Y es que para la consecución de esta distinción se tienen en cuenta los metros cuadrados del edificio y los servicios que ofrece y «sin estos espacios, quedaría reducida la entrada al hotel y las instalaciones previstas en el proyecto».

La entidad ecologista denunció a la promotora al considerar que «teníamos un contrato de renta antigua y él está en la obligación de indemnizarnos y buscarnos otro local de similares características y ubicado en la misma zona, pero su respuesta ha sido contraria».

Según los miembros de la asociación, «cuando compraron la finca nos cortaron el agua del local que usamos de sede social. El otro espacio, que utilizábamos como tienda, lleva cerrado unos meses porque no tiene suministro eléctrico y, además, está llena de humedades como consecuencia de las obras de la Casa del Almirante».

Sin embargo, y para el promotor, Agaden ha aprovechado este problema «para denunciarnos. De hecho, la promotora no conoció hasta la celebración, este verano, del Mercado Medieval, que el local no tenía luz, cuando llevaba cerrado dos años».

Primer juicio

En septiembre, Agaden y Casa Aguilar S. L. se vieron las caras en el juzgados. Entonces, y según contó el empresario, se descubrió que Agaden, que no había pagado el alquiler durante los últimos tres meses, no constaba como arrendatarios, «sino un individuo denominado Alfonso del Castillo. Es decir, el contrato de alquiler de Agaden es irregular. Por eso, desde entonces, nos solicitan que los pagos mensuales lo realicemos a nombre de la entidad».

«Con la ley en la mano -aseguró el promotor- deberán abandonar los locales, como muy tarde, el 1 de enero». Pero Agaden sostiene que «el encargado de abrir el hotel de la Casa del Almirante no nos ha dado ninguna opción. Nos ha enviado un burofax en el que nos invita a irnos pero sin ofrecernos una alternativa». Desde la asociación ecologista apostillaron que «siempre hemos querido actuar de buena fe, y nunca nos hemos negado a negociar, pero no existen opciones para Agaden».

Sin embargo, este desencuentro con Agaden no es el primero que debe sostener la promotora para convertir la Casa del Almirante en un hotel de lujo en el barrio del Pópulo.

Cuando Aguilar compró la finca, se inició un proceso judicial contra una de las inquilinas de la casa, que decidió no querer marcharse allí. De hecho, la empresa constructora decidió iniciar la actuación estando ella aún en el piso. Después de varios juicios, ambas partes llegaron a un acuerdo económico y la inquilina se marchó a otra casa.

Honorio Aguilar aseguró haber querido llegar a un acuerdo también en esta ocasión «pero Agaden no ha querido. Les ofrecí dinero o un local, y ellos decidieron llevarme a juicio».

A pesar los contratiempos, el promotor sevillano continúa con la ilusión de poner en marcha este hotel en el barrio del Pópulo «porque creo que estoy haciendo un bien a la ciudad». Sin embargo, Aguilar reconoció que desde que inició el proceso de compra y rehabilitación del edificio «han surgido decenas de impedimentos. Se está convirtiendo en una pesadilla, pero no van a poder conmigo».

Esta situación que está padeciendo no sólo la sufre él, sino todos los que deciden emprender una actividad en Cádiz «por eso entiendo que muchas empresas no quieran invertir en Cádiz. Los vecinos, el Ayuntamiento, las asociaciones... todo son problemas», señaló el propietario de la Casa del Almirante.

Por otra parte, Honorio Aguilar criticó a Agaden por la actitud para con el proyecto porque «según sus estatutos, entre sus principios destaca la defensa del patrimonio y, si algo pretendo con la recuperación de esta finca señorial, es devolvérsela a Cádiz. Es mucho, demasiado, el dinero que llevo invertido en este proyecto, pero creo que él, y sé que merece la pena».

Avances

En este mes han quedado finalizadas las obras de recuperación de la fachada, «que se ha realizado manteniendo la estructura original y protegiendo el patrimonio y, además, sin ninguna subvención de las administraciones», apuntó el propietario de Casa Aguilar S. L.

También se ha ejecutado la compartimentación, es decir, las construcción de las 25 habitaciones con las que contará este hotel. En total, la empresa ofrecerá 45 plazas en el casco histórico de la ciudad, además de un ático con piscina y solarium, y algunas de las habitaciones distribuidas en cuatro plantas estarán dotadas de jacuzzi.

También se ha tratado la zona de la cubierta y, actualmente, y según señalaron desde la empresa responsable de la actuación, «se está realizando los revestimientos y colocando las instalaciones de electricidad».

mhuguet@lavozdigital.es