BANQUILLO. Javi Gracia ya ha destacado en más de una ocasión la importancia de los suplentes en este equipo. / ÓSCAR CHAMORRO
Cádiz C.F.

Un banco que no está en crisis

Gracia asegura que suplentes como Bezares, Fran o Rubiato,...) son la clave del éxito del Cádiz Saben que es imposible entrar en el once «porque con victorias no se debe cambiar nada»

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No levantan la voz. No se quejan de su situación. Javi Gracia está sobresaliente en el más importante ejercicio de malabarismo de los entrenadores: tener contentos a los que no juegan.

El técnico insiste en que el punto de superioridad de este Cádiz se encuentra en el banquillo. Si urge marcar un gol, encuentra detrás suya ese delantero, extremo o media punta que puede desatascar el choque. Cuando el rival aprieta, Bezares se muestra dispuesto a echar una mano en la medular.

El resultado es inmejorable. El conjunto gaditano ha conseguido dar la vuelta a situaciones adversas (Portuense o San Fernando) y sentenciar en momentos acuciantes (Linares o Puertollano) gracias a esos hombres que saltan a partir del 70' como si llevaran todo el partido pero con la frescura del recién salido.

Bezares, Rubiato y Fran Cortés son los héroes del silencio. El linense está entre los seis futbolistas amarillos que han disputado todos los choques, pero siempre partiendo desde el banco (excepto ante el Portuense). El delantero madrileño ha anotado un gol y dispuesto de varias ocasiones. Y el canterano ha ofrecido dos asistencias en las dos últimas salidas y fue pieza clave en la victoria ante el Ceuta.

Papel asumido

Reconocen que ahora mismo «no se puede cambiar nada porque el equipo está muy bien», según Cortés. El gaditano se da «con un canto en los dientes cuando entro en la convocatoria», porque estar entre los 16 elegidos ya es complicadísimo. La prueba es que en el último corte quedaron fuera gente como Rosu, Acuña o López.

Rubiato destaca que Toedtli «lo está haciendo magníficamente y no se puede pedir nada. Es muy difícil entrar ahora porque el equipo gana y hace buen fútbol. En mi caso sólo me queda esperar». No obstante, elogia la forma de llevar el grupo de Gracia. Le agrada porque ha sido jugador de fútbol y entiende al suplente. Está junto a él, le habla y le escucha. «Conmigo habló para explicarme por qué me cambió, que no era por bajo rendimiento, sino que quería verme recuperado del todo de mi lesión. Me siento apoyado y eso hace que no baje la cabeza».

Bezares ya lo comentaba hace dos semanas. «Soy un ganador nato y no me esperaba empezar así la temporada». Pero acepta estas circunstancias. Trabaja para ayudar a sus compañeros cuando lo requieren, y hace vestuario, y hace vestuario con su simpatía y carisma. «Y mientras el Cádiz gane, yo soy feliz», finaliza el de Guadiaro.

Fran entiende que «alguna vez llegarán momentos malos, lesiones, y tendré que estar preparado. Pero yo me intento ganar el puesto desde ahora», declara. Aunque el entrenador tiene un once perfectamente definido y que se recita de carrerilla, el canterano cree que cuenta con toda la plantilla y no tiene problemas en elegir a los jóvenes. Ezequiel ha debutado también, y los jugadores con ficha sub'23 están participando como uno más.

El ex del Atlético, por su parte, considera que una de las claves del éxito de Gracia «ninguno de los jugadores está a disgusto, y eso que a nadie le gusta estar en la grada o en el banquillo. Hay un once tipo pero la liga es muy larga y los que estamos entrando demostramos estar al mismo nivel que los titulares».

«Como ganador me cuesta aceptarlo, pero lo asumo como profesional», es la frase de Bezares, quien es el sacrificado por la buena labor de Fleurquin. Aún así, opina que los dos pivotes defensivos pueden jugar juntos.

Las victorias traen felicidad, tranquilidad, amiguismo, y alejan las rajadas y las malas caras. Prácticamente todos los integrantes de la plantilla ven que Javi Gracia es justo con ellos y entienden que ahora no puede cambiar nada. Y si alguien tiene algo que decir, tendrá que hacerlo sobre el campo.