LA ROTONDA

También llueve en Astilleros

El precipitado apoyo sin condiciones de la Diputación al comité de empresa de Navantia lleva a pensar que en este asunto el PSOE toca de oído

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Navantia y sus trabajadores siguen tensando la cuerda de la negociación. Deben pensar que todavía queda mucho cabo suelto antes de empezar a hacer concesiones. Y ambas partes también saben que esta vez los trabajadores son los que se apoyan en el suelo más resbaladizo y, por tanto, apenas tienen puntos de apoyo.

La crisis que azota a medio mundo -el otro medio nada en la abundancia o se muere de hambre-, el desempleo que azota a la Bahía de Cádiz, el acuerdo firmado con la Unión Europea en 2004 para la salvación de Izar y la creación de Navantia y el sambenito del absentismo laboral y la baja productividad debilitan las posiciones del comité de empresa de Navantia. «Ellos no se pueden quejar», pueden decir muchos trabajadores de la Bahía en un lamento que pesará como una losa en la opinión pública.

La empresa -que tampoco deslumbra por su halo de santidad- lo sabe y por ello parece dispuesta a afrontar -ahora o nunca, dirá- la verdadera reconversión de la empresa: centralización de la gestión y de la toma de decisiones y convenio colectivo único con la unificación bajo el criterio de mínimos de las diferentes regulaciones laborales civiles y militares existentes ahora. Estos dos puntos no deben confundirse con una mera declaración de intenciones, ya que tienen un enorme calado que suponen un cambio de 180 grados en la organización de la compañía. Los trabajadores, por su parte, prefieren mantener cierta autonomía de los centros de trabajo, sobre todo por lo que se refiere a la participación de la industria auxiliar, y estarían dispuestos a un convenio único pero siempre manteniendo los máximos beneficios sociales y económicos de cada uno de los actuales, una posibilidad inimaginable para los gestores de Navantia.

Así las cosas, están tan alejados los puntos de partida que la negociación se antoja muy larga y procelosa. Como al final ambas partes tendrán que ceder, ahora la estrategia es ganar todo el terreno posible.

En este escenario sorprende la decisión del presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña, y de su vicepresidente Federico Pérez Peralta de asumir como suyas y tan pronto las reivindicaciones del comité de empresa. Este precipitado apoyo sin condiciones lleva a pensar que en este asunto los líderes socialistas han tocado de oído y sin calibrar las consecuencias que pueda tener en el futuro. Bastante tenemos ya como para ahora buscarnos otro problema, deben pensar al margen de su responsabilidad institucional. Sólo falta que el Partido Popular se quiera subir a este carro populista para que astilleros vuelva a ser definitivamente lo que era: una jaula de grillos.

Y LA CONSTRUCCIÓN CIVIL...

Los trabajadores se aferran al aumento de la construcción civil y al aumento de plantilla. Pero el acuerdo en estos dos puntos también es complejo. Los analistas piensan que apostar por la construcción civil frente a la competencia de los astilleros asiáticos no tiene mucho futuro por la falta de competitividad y que hay que centrarse en el sector militar. Respecto al aumento de plantilla, se remiten a la Unión Europea, que es rotunda: nada de nada hasta 2014. La empresa parece coincidir con estos argumentos, por lo que, una vez más, la compañía y los sindicatos miran el futuro desde orillas diferentes.

UN CONSEJERO DE INCÓGNITO

Y ya es raro. ¿Qué querría impedir al no convocar a los periodistas? Antonio Fernández, máximo responsable andaluz de Empleo, vino a Cádiz a firmar un acuerdo con SK10 Andalucía por el que la compañía se compromete a formar a 90 ex empleados de Delphi y a contratar luego a 54 de ellos. Pero lo hizo de incógnito, sin avisar a los medios de comunicación. ¿Querría evitar preguntas incómodas sobre la futura recolocación de ex empleados de Delphi? Lo cierto es que vino, firmó y se fue. Eso sí, envió una imagen del acto protocolario con la intención de que se publicase su foto. Algunos medios sí obedecieron. Otros no.

EL 2012, AHÍ AL LADO

El tiempo vuela y para disgusto de Gaspar Zarrías y Teófila Martínez hay muchos proyectos retrasados. El último que se añade a la lista es la Residencia Tiempo Libre, sumida en el olvido institucional a pesar de su estratégica ubicación y su funcionalidad. Ya hay quien asegura que en 2012 seguirá cerrada... La lista empieza a ser demasiado extensa, porque las dudas se ciernen sobre la ampliación del Parador, el hotel Valcárcel, la plaza de Sevilla, los depósitos de Tabacalera, el segundo hospital... Como nos descuidemos la celebración del Bicentenario de La Pepa se basará en lo que pudo ser y no fue... con placas en la que se podrá leer: aquí habrá un magnífico hospital, y aquí un majestuoso hotel, y aquí una moderna facultad de Medicina... Ojalá dentro de cuatro años me echen a la cara estas palabras. Y tenga que callarme.

macastillo@lavozdigital.es