El hombre que evitó el atropello de una mujer por parte de su marido afirma que éste "iba drogado"

El testigo de la agresión que sufrió una joven por su marido en la localidad gaditana de Villamartín, José Carlos Pérez, aseguró hoy, tras prestar declaración en el Palacio de Justicia de Cádiz, que el acusado "iba drogado" y él evitó que el marido atropellara a la mujer agarrándola del brazo y arrastrándola hasta la acera. José Carlos Pérez explicó que él pasaba por allí cuando escuchó unos gritos y vio a "una muchacha tirada en el suelo" y a un hombre conduciendo un vehículo que intentaba atropellarla, a lo que añadió que el acusado estaba agrediendo a la mujer y "no era un accidente".

"Este hombre estaba muy violento y drogado, cuando vi que iba a atropellarla la cogí del brazo y la arrastré hasta la acera. En ese momento, el hombre abrió la puerta del coche y se agachó para coger algo del bolso de la mujer, pero en ningún momento intentó ayudarla para que se levantara", aseveró este testigo. Asimismo, indicó que no conocía a la joven, pero al acusado lo había visto en varias ocasiones por la zona, ya que este testigo reside cerca de la vivienda que esta pareja magrebí tiene en la localidad de Villamartín. "MIEDO"

Por su parte, la mujer del acusado aseguró tener "miedo" porque su marido la ha amenazado con matarla cuando salga de la cárcel. No obstante, apuntó que su marido consumía drogas y se ponía "muy violento".

En cuanto al escrito de calificación fiscal al que tuvo acceso Europa Press, el acusado, en prisión desde la fecha de los hechos, prácticamente desde el inicio del matrimonio sometió a su mujer a continuos malos tratos con agresiones tanto físicas como verbales. Así, en abril de 2007, tras una discusión mantenida en el domicilio familiar, la mujer decidió marcharse. Cuando ya se encontraba cruzando una de las calles del municipio de Villamartín, el acusado presuntamente intentó atropellarla hasta en dos ocasiones.

La Fiscalía solicita una condena de ocho años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como la prohibición de acercarse a la mujer a una distancia inferior a 200 metros en un plazo de nueve años. Además, pide una pena de dos años y tres meses de prisión por un delito de malos tratos habituales. Mientras tanto el acusado Abdelali Bentahar, marroquí con 16 años de residencia en España, achacó la agresión a un hecho accidental en mitad de una discusión. El juicio ha quedado visto para sentencia.