A falta de fútbol, tortas

La tremenda superioridad que el Cádiz impuso sobre el césped de Carranza poco o nada gustó a los jugadores ceutíes, que al término del encuentro explotaron de impotencia. El primero de ellos fue Sergio Castaño, quien nada más es-cuchar el silbato que indicaba el final del partido, se dirigió hacia Carlos Caballero para devolverle con una bofetada todas y cada una de las travesuras que le hizo durante los 90 minutos de juego.

Pese a la goleada, para Caballero no fue un final feliz y asegura que «tuve que contar hasta diez para no entrar al trapo». Porque según la versión del jugador amarillo, el ex xerecista estuvo durante el partido entero insultándolo y dándole patadas sin balón para sacarlo de sus casillas. Algo que no consiguió. El motivo del enfado del Ceuta para el medio centro madrileño es bien claro. «Hemos sido mejores que ellos y al final han tenido mucha impotencia de verse muy inferiores porque creo que han corrido más de la cuenta», puntualizaba.

A la tangana que comenzaron Sergio Castaño y Carlos Caballero se juntaron buena parte de los integrantes de ambos equipos. Desde el equipo cadista se asegura que en ningún momento hubo intención de bromear con el rival.

Así pensaba Rosu, por ejemplo. Aunque el rumano acepta que el Cádiz «toreó» por momentos al Ceuta, «nunca quisimos menospreciar al rival sino que lo que hacíamos era controlar el balón para dominar el encuentro».

De la misma opinión era Enrique, que hizo por entender la reacción ceutí debido al ambiente que se formó en la grada coreando cada pase del equipo local.

No lo entendía tanto Cristian, quien aconsejaba al cuadro ceutí que intenté jugar mejor para no tener que recurrir a las tanganas.

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