DESDE LA UCA. Andrea Luque, abajo a la izquierda, junto a sus compañeros de la Universidad. / LA VOZ
Jerez

De la Porvera a Guatemala

Andrea Luque, una jerezana de 25 años, ha sido elegida para trabajar en un proyecto de Naciones Unidas en la capital del país latinoamericano

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Andrea Luque recordará los próximos seis meses durante mucho tiempo. Esta jerezana de 25 años ha sido elegida para trabajar como especialista en comunicación e información en el programa de prevención del VIH-SIDA que Naciones Unidas promueve en Guatemala. Cuando conoció la noticia a principios de verano sintió que «era romper con todo por un lado, y empezar también con todo, por otro», explica.

Junto a ella, otros cuatro estudiantes de la Universidad de Cádiz participarán en esta iniciativa de voluntariado en el que la UCA lleva implicada cinco años. Magdalena Martínez, de El Puerto de Santa María, también viajará a Guatemala, Marcos U. Rodríguez está destinado a Honduras, Arne Post Uiterweer trabajará en Bolivia y Mariam Berchid se desplazará hasta Kigali, en Ruanda. En total, son 42 los voluntarios españoles que esta semana han recibido cursillos de formación en Madrid, para luego completarlos en Alemania y partir definitivamente hacia los países americanos y africanos asignados.

«ONUSIDA se encarga de la prevención del SIDA y en Latinoamérica tiene varias sedes. En concreto, la de Guatemala quiere poner en marcha un gabinete de comunicación un poco más potente», asegura esta vecina de la calle Porvera sobre su cometido. «En ese sentido, va a abrir dos líneas. Por una parte, la implementación digital y tecnológica con la creación de una página web de la que me voy a encargar yo y la capacitación de los técnicos para que cuando yo me marche, ellos puedan trabajar por su cuenta», continúa. «Por otra parte, les ayudaré a poner en marcha una campaña de sensibilización y prevención respecto al SIDA. Ahí ya se abren muchas posibilidades. Ellos me han indicado unos cuantos pasos pero a partir de ahí me han dicho que cualquiera de mis ideas será bienvenida», indica.

Especialista

Andrea es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y especializada en Sociología de la Comunicación por la de Granada. «Después hice un máster en Cooperación al Desarrollo y Gestión de Proyectos de la UCA, que, por cierto, acaba de abrir su matrícula para este año», informa. La novedad para este curso en este programa formativo es que tendrá doble sede, en Cádiz y en Algeciras, «porque promueven muchos proyectos de cooperación con el norte de Marruecos».

La idea de solicitar este voluntariado partió de la experiencia de otra universitaria que también había cursado este máster de la UCA: «Conseguir prácticas en cooperación es complicado si no tienes experiencia previa. Yo ya tenía un voluntariado en México y un curso de cooperación sobre el terreno en Guatemala y El Salvador este mismo verano», explicó Andrea que, tras pasar solamente tres semanas con su familia en Jerez, vuelve de nuevo al país latinoamericano. «A ver cómo se materializa sobre el terreno lo que está en un papel: los objetivos, los indicadores, las fuentes de verificación...»

Selección

«Es larga y tediosa», ríe la joven jerezana. Entre otras cosas, los aspirantes se han sometido a pruebas de idiomas, de conocimientos y de otras capacidades: «Te hacen tests para ver cómo te enfrentarías a realidades controvertidas porque Guatemala es un país precioso pero también es muy peligroso», asegura Andrea, que se confiesa una apasionada de este país. «Estar allí es un cambio de vida bastante potente, ya no sólo en el terreno personal sino para el trabajo en el ámbito de la comunicación. Allí no todo se habla igual y se dice igual y, sobre todo, no se te escucha igual». Así, algunos aspectos de su labor, como por ejemplo, la página web, tiene una influencia limitada: «No todo el mundo tiene acceso a internet. La web tendrá salida institucional o para la capital pero no va a llegar a las comunidades rurales». Tras superar el proceso de selección en Cádiz, los candidatos viajaron a Madrid. «Luego me entrevistaron desde Guatemala y desde allí eligieron», recuerda.

«Más que tener miedo a irme tan lejos, es a hacer un buen trabajo», dice la jerezana que ha enfocado su carrera profesional hacia la cooperación internacional. La universitaria confiesa que «la gente está muy preparada y allí funcionan de una forma increíble. Cuando uno empieza cualquier cosa tiene la inquietud de si va lo va a hacer bien, sobre todo, porque esto es algo muy bonito pero también muy importante».

Oportunidad

«Tener un contacto con Naciones Unidas es un buen comienzo», dice entre risas y aún sorprendida la joven jerezana, ex alumna del colegio La Unión. De esta singular experiencia espera «fundamentalmente, entender mejor la realidad latinoamericana y desarrollar mi trabajo con otra perspectiva distinta. El objetivo de este programa va un poco más allá que el enriquecimiento personal, profesional o económico. Voy a aprender muchísimos de ellos».

Tras su primera visita a Guatemala este verano, Andrea tiene ya una visión del país que la acogerá hasta abril de 2009: «Lo negativo es el uso de la violencia y que la pobreza esté tan extendida. Allí no existe clase media: o eres muy rico o muy pobre. Eso choca siempre, pero igual que ocurre en ciudades como Sevilla en la que hay barrios de pobreza absoluta».

«Lo positivo es que Guatemala es un país lleno de vida. La gente joven, que intenta cambiar las cosas, se mueve muchísimo. Los profesionales trabajan como locos y tienen una forma de enfocar la vida laboral y educativa muy crítica, muy valiente. En ese sentido, aquí tendríamos que aprender mucho de ellos por la capacidad de querer arreglar y mejorar las cosas, al menos, los que no se tienen que preocupar por comer cada día», describe.

vmontero@lavozdigital.es