«Cuando más pequeño es el niño mejor entiende el baloncesto»

-Es entrenador de un equipo infantil de baloncesto, ¿cómo está de los nervios?

-Bien, bien (ríe). No son muy revoltosos. Se portan como niños, pero son pacíficos. De todas formas, los prefiero cuando entrenan por la tarde que cuando lo hacen justo después de comer. A esa hora, están más cansados y con ganas de dormir la siesta por lo que son más protestones y pasotas. Más tarde, se espabilan.

-Dicen que los jugadores de baloncesto suelen ser desde pequeños más civilizados que los de fútbol.

-Sí, sí, es verdad. Los que no juegan al fútbol son iguales, pero parece que es un deporte que provoca más peleas. Lo sé porque tengo amigos que entrenan equipos de fútbol en las categorías inferiores y me cuentan cada cosa, peleas, tánganas y demás, que no pasan en los partidos de baloncesto. Puede haber algún que otro roce, pero nada serio.

-¿Cómo empezó usted a jugar al baloncesto?

-Pues con diez años quise hacer algún deporte y, como era más bien alto, me decidí por el baloncesto. Luego, le fui cogiendo el gusto. Comencé a jugar con el equipo de Las Carmelitas, que era mi colegio, pero al año siguiente pasé al CB San Fernando alevín y hasta ahora.

-¿Es complicado para un niño entender los mecanismos de un juego tan táctico como es el deporte de la canasta?

-Cuando más pequeño es el jugador antes lo entiende. Los muy chicos, de 3 a 6 años, sólo juegan para divertirse, dominar el balón y eso. Pero con diez años, ya se les empieza a enseñar jugadas y las cogen bastante bien.

-¿Cómo es el nivel del baloncesto isleño?

-Bastante alto. Estamos entre los mejores de Andalucía porque hay mucha tradición y hay casi 30 equipos de distintas categorías entre los tres clubes más importantes de la ciudad.