SENDERISMO

Los vestigios de otros tiempos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Responde al nombre de Castillo de Tavinza, Benaocaz o Aznamara, pero su significado literal es Castillo de las doncellas. Cuando uno recorre las ruinas de este conjunto de piedras no llega a ser consciente de la vida y ajetreo que sus calles y alrededores se generó. Muchas historias para un simple paseo.

En lo alto de un risco, domina un valle a 500 metros del río Tavizna, lo que siempre le ha otorgado poder y valor estratégico. Construido en la época nazarí, entre los siglos XIII y XIV, y su buena posición ha sido codiciada por muchos, sobre todo en la época de la Reconquista. La última vez que cambió de manos fue en 1485, y fue a parar a los dominios del Duque de Cádiz por orden del Rey Católico, dada su ayuda en la recuperación de la Sierra de Cádiz de manos del enemigo.

Batallas, amores, juegos, risas, trueques…nada queda de aquello hoy. Sólo los avezados senderistas que se cuelan en sus entrañas devuelven la vida a este rincón de la naturaleza gaditana. Los caminos para acceder a él son diversos y existen varias rutas que desembocan o rodean el risco sobre el que se asienta. Entre ellas, una bastante sencilla que discurre desde Benaocaz por el Hondón. Quienes se atrevan encontrarán vestigios de tiempos pasados en forma de fortaleza derruida, un patio de armas y un aljibe. Pero sin duda, lo que más llamará su atención será la Torre del Homenaje que aún conserva parte de sus alemanas. Sin techo ya, su planta cuadrada igual aún les hace soñar.

El día 19 de este mes, Ecologistas en Acción ha organizado un paseo hacia este castillo. Quienes se quieran apuntar pueden acudir a la sede de esta asociación, en la Plaza de Toros de El Puerto, los viernes por la tarde.