ACONDICIONAMIENTO. Las máquinas comenzaron ayer a levantar los viejos adoquines de la calle Montañés. / VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

Una obra de saneamiento en El Palillero bloqueará la zona durante cinco meses

La reurbanización de la calle Montañés contempla instalar tuberías, alumbrado y hacer nueva pavimentación y aceras

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Durante las procesiones de Semana Santa la calle Montañés (en el Palillero) estrenará nueva imagen. El completo lifting que el área de Urbanismo del Ayuntamiento tiene previsto hacer en esta vía contempla saneamiento, alumbrado, abastecimiento y pavimentación, según reconoció ayer Purificación Pérez, técnico de Ocidys, empresa adjudicataria.

La pequeña excavadora ayer ya comenzó a levantar los viejos adoquines y dejar al descubierto la calle ante la mirada de los residentes y curiosos viandantes. Con el objeto de causar las «menos molestias posibles» a los vecinos y comerciantes, las obras se llevarán a cabo «por tramos». «Esta es una calle con mucho tránsito de personas y esa precisamente es la principal dificultad para nosotros», reconoce esta trabajadora de Ocidys.

Esta actuación, que se encuadra en el II Plan de Saneamiento Integral que ejecuta la empresa municipal de Aguas de Cádiz, cuenta con una inversión de 184.172 euros.

La mala noticia es que los complejos trabajos tendrán una duración de unos cinco meses. Un tiempo en el que la calle Montañés, una artería que une El Palillero con la tradicional plaza de Candelaria, permanecerá cortada al tráfico.

Entre los residentes la opinión es unánime: «Esta calle es antigua y hay que adaptarla a los nuevos tiempos. Las aceras están muy mal y son un peligro para los viandantes; veo necesaria la reforma», aclara José Antonio Gil y Gil.

Francisca Sánchez, una vecina de la plaza de Candelaria, quien usa diariamente la calle Montañés, asegura que se ha caído en «dos ocasiones debido al mal estado de las aceras».

Precisamente para evitar este tipo de accidentes, el proyecto de reurbanización prevé «subir el pavimento al mismo nivel de las aceras».

Pero los que más van a sufrir en carne propia las obras son los comerciantes. «Al ruido que vamos a tener que soportar todos los días hay que sumar los perjuicios del negocio porque el volumen de personas que va a transitar por esta calle mientras duren los trabajos va ser mucho menor», explica Eduardo Rodríguez, propietario de la tienda de revelados fotográficos Dubois.

Mañana también se iniciará una actuación similar en la avenida de la Bahía, después de que la semana pasada se llevasen a cabo las pertinentes catas. Aguas de Cádiz instalará el colector de aguas pluviales. Las obras se realizarán sobre el carril más cercano a las viviendas, en el tramo comprendido entre la calle Federico Joly y Sotillo. El tramo de la avenida más cercano al mar se habilitará para que se pueda circular en doble sentido. El acceso a la avenida desde Federico Joly y Sotillo quedará cortado al tráfico. La propia calle Federico Joly se restringirá a los residentes y vehículos de emergencias, al igual que la calle Sotillo.

Menos aparcamiento

Durante las obras, se perderán 124 plazas de aparcamiento en batería, si bien se recuperan 31 en línea en el margen de la avenida de la Bahía más cercano al mar, y se habilitan 50 plazas en una bolsa de aparcamiento entre la calle Federico Joly y la Plaza Profesor Martínez del Cerro, a la que se podrá acceder desde la calle Federico Joly. Otra bolsa de 30 plazas de aparcamiento se situará en entre las calle Amiel y Sotillo, a la que se accederá desde la calle Sotillo. Por tanto, las obras supondrán la pérdida temporal de 11 plazas de aparcamiento. El coste de las obras asciende a 2.669.308 euros.

jmvillasante@lavozdigital.es