Políticos y padres

a guerra de Irak ha alcanzado una singular dimensión en la campaña electoral estadounidense, una vez que dos de los hijos de los candidatos a la vicepresidencia han pasado a integrar el contingente militar desplegado en el país. Ayer fue el demócrata Joseph Biden quien tuvo que despedir a su descendiente, como lo hizo en su momento Sarah Palin. Ambos han respaldado la intervención en suelo iraquí, aunque discreparon en su debate ante las cámaras, a falta de apenas un mes para la cita con las urnas. La coincidencia en una preocupación tan íntima entre quienes están condenados a ser rivales los aproxima en lo personal al tiempo que agudiza su distancia política, dos circunstancias que confieren realce a su particular enfrentamiento en la carrera electoral. La preeminencia pública del político sobre el padre permite augurar que se verán obligados a encauzar su segura angustia, camuflándola bajo un discurso coherente con sus conocidas posiciones sobre Irak.