COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

Ni un paso atrás

Aunque hay imágenes que valen más que mil palabras, hay otras que le dejan a uno sin habla. Los vídeos realizados por HO bajo el título Ni un paso atrás, para incitar a los padres a que objeten contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía son una buena prueba de lo que les digo. Que aparezcan familias de niños rubios en la playa jugando con cometas -tan evocador de aquel Amo a Laura- en contraposición a imágenes en blanco y negro de hombres supuestamente abducidos por ZP me parece tan simplista y tan maniqueo como los propios libros de texto de la asignatura. Un horror, unos y otros. Porque la objeción me parece tan respetable como la no objeción, sé que la educación de los niños es un derecho, pero también un deber de los padres.

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Todos estamos de acuerdo en que el error más grave que tiene nuestro sistema educativo no es la EPC, sino ese absurdo convencimiento por el que el Estado debe asumir tareas específicas de la familia -me da igual el tipo de familia-. Soy de las que pienso que el profesor debe enseñar a los niños a contar euros pero no a gastarlos ni a administrarlos, como tampoco les debe enseñar a cepillarse los dientes ni a rezar.

Y aunque me admira que haya más de mil trescientas familias dispuestas a decirle a quien corresponda que la educación es otra cosa, que a sus hijos no los adoctrina nadie, no seré yo quien objete. Porque los árboles, estos árboles, no nos dejan ver el bosque, y hay otros asuntos que me preocupan más, la verdad, como esa asignatura obligatoria tendenciosa, sesgada y cargada de ideología que se llama Conocimiento del Medio, donde los niños andaluces aprenden que no hay vida más allá de Despeñaperros. ¿Objetamos?