Cartas

Al Club de Empleo de El Puerto

Parece ser, que dentro de la vorágine crítica que sufre la alarmante situación de desempleo nacional, que ésta entidad contempla como condición indispensable estar empadronado en el Ayuntamiento de la localidad para optar a entrar en su bolsa de empleo. Paradójico, teniendo en cuenta la mentalidad integradora social, que actualmente impera a nivel mundial. Es injusto o ilegal (habrá que tomar cartas en el asunto) discriminar al solicitante, teniendo en cuenta la globalización social que impera hoy por hoy.

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Es imaginable el interés beneficioso-económico, que lleva a exigir desde el club tal requisito, puramente especulativo: impuestos en el municipio, tasas, votos...

Sorprendente que los sindicatos, la Diputación de Cádiz y la Cámara de Comercio colaboren y esponsoricen a estos clubs existentes en la provincia, dado que las empresas privadas cuentan con los servicios de estas asociaciones, en su selección de personal, como si de una ETT se tratara.

El demandante de empleo se siente boicoteado en su intento de búsqueda, a nivel provincial, por encontrar en el camino el escollo de éstas asociaciones, involucradas incluso en el empleo privado, amparándose en una supuesta laguna legal y utilizando sus vínculos municipales.

En definitiva, la demagogia barata que utiliza la Junta, con la Consejería de Empleo y sus organismos al frente consiste en ofrecer una imagen ficticia de colaboración y control de la situación laboral al desempleado, dejando en manos de éste la solución al problema laboral, cada vez más dura, dado que hasta el propio sistema gubernamental andaluz especula con la posibilidad de solicitar empleo.

Fernando José Romaní Pérez. El Puerto