Cultura

El trayecto acaba en sorpresa

Aunque parezca mentira, los responsables de Europa fue camino han conseguido que una buena parte del templo románico en el que todos los peregrinos acababan su trayecto en la Edad Media, quepa en la carpa que alberga la exposición. El secreto: un curioso juego de espejos que consigue trasladar al visitante a la atmósfera de la primigenia iglesia de Santiago, con sus columnas de piedra y sus arcos de medio punto.

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Para los técnicos, esta parte del recorrido resultaba fundamental. «Sin negar la relevancia de muchos monumentos que se encuentran en el Camino, la catedral compostelana merecía un capítulo aparte», apuntan.

La percepción del templo por parte del peregrino se producía desde un monte situado a las afueras, donde por primera vez se divisaba el lugar sagrado que se iba a visitar. Este montes gaudii significaba un punto de inflexión en la ruta, ya que desde allí los peregrinos que la recorrían a caballo continuaban a pie y, en algunos casos, incluso descalzos. La llegada al templo suponía el momento cumbre del periplo, y son numerosos los testimonios que hablaban

El espacio dedicado al templo en la muestra está presidido por una reproducción del altar que primitivamente se hallaba colocado sobre el sepulcro del santo. El ámbito se completa con un audiovisual que reconstruye el aspecto que debía tener el templo al que acudían los peregrinos du-rante la Edad Media.