FALTAN. Detalle donde no se observa el remate final de uno de los postes de luz.
Jerez

Obeliscos inacabados

Queja generalizada entre muchos jerezanos por la falta del remate final de tres de las farolas que alumbran la calle Doña Blanca

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Es lo que pasa cuando se pasea mirando al cielo. No es mal ejercicio y, a tenor de los comentarios de algunos ciudadanos, es práctica usual en la ciudad. Nadie había caído en la cuenta hasta que alguien, un día, comentó el por qué los obeliscos no estaban rematados por arriba. Algo faltaba en la fisonomía de la calle Doña Blanca cuando esta se ensancha para presentarse el mercado de abastos. Hasta allí se desplazó esta sección para levantar acta de que era cierto lo que comentaban algunos.

Se trata de tres de los postes que aguantan la iluminación pública, sirven de asiento en redondo y, de camino, intenta imitar un obelisco egipcio sin inscripciones jeroglíficas. Desde que se desmontó la carpa donde estaba ubicada la pescadería de la Plaza de Abastos, los pilares se han quedado sin piramedón. Antonio trabaja en la zona. Comenta que «al principio no le dimos importancia, pero ha pasado el verano y no se han vuelto a colocar los remates a las farolas. Tampoco es que sean bellísimas, pero si los tienen, ya podían ponerlo. Me imagino que será el Ayuntamiento, ¿no?», y deja la duda manifiesta en el aire.

Perdidos

Pelados y con unos feos restos de plásticos que han quedado como una reminiscencia del pasado inmediato, así se han quedado hasta que vuelvan a su estado original. Una señora que se queda con el cante dice que «a lo mejor se han perdido en el viaje de ida y vuelta. No me había dado cuenta del detalle, pero es cierto que queda bastante feo sin el pico de arriba».

La nave del pescado ha quedado preciosa, la plaza ha ganado una barbaridad, la época de la carpa donde se ubicaron los puestos del pescado se fue y, ahora, sólo falta que el piramedón que remata cada una de las tres farolas que sostenían dicha carpa vuelvan a su sitio. Lo dicho, son las cosas que ocurren cuando se pasea por Jerez con la vista puesta en el cielo.