ESPAÑA

El Gobierno pide la liberación de un pesquero retenido en Mauritania

El pesquero gallego con base en Canarias 'Bahía de Portosanto' permanece desde el miércoles retenido en Mauritania con sus seis tripulantes a bordo. El buque, un merlucero de 33 metros de eslora y propiedad del armador Santiago Iglesias Carballo, de Marín (Pontevedra), pertenece a una empresa mixta de capital español y mauritano, por lo que enrolaba también a siete marineros de esta nacionalidad, que abandonaron el barco tras la orden de ser retenido.

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Según el capitán del barco, Juan Iglesias, la tripulación está bien, vigilados por militares, aunque no saben de qué se les acusa y son víctimas de «un secuestro en toda regla», circunstancia que corrobora su padre, Santiago Iglesias, armador del barco, para quien también lo sucedido es un secuestro «porque el barco llegó a tierra, descargó el pescado sin ningún problema, y cuando quería salir dijeron que no tenían orden de salida y no podían».

El armador del 'Bahía de Portosanto' reconoció ayer en el puerto de Marín que «sabemos que Madrid está haciendo lo posible para que esto se desbloquee, pero el tema va a ser más grave porque no podemos seguir con esta inseguridad en la pesca; a nosotros no se nos puede tratar como delincuentes o atracadores cada vez que vamos a un puerto».

El conflicto surgió el pasado miércoles cuando el barco se preparaba para salir hacia los caladeros tras haber descargado toda la pesca y trasladarla a un mercante de la empresa armadora. Fue entonces cuando, según manifestó el capitán del barco, un grupo de militares armados subió a bordo del buque e impidió su salida sin dar explicaciones. Por su parte, el armador afirma que este incidente le está provocando pérdidas de 8.000 euros diarios.

La consejera de Pesca de la Xunta, Carmen Gallego, confirmó la intervención de las autoridades españolas.