AL AIRE LIBRE

La ignorancia es atrevida

La memoria Histórica en Jerez ataca de nuevo, según supimos por la noticia aparecida el pasado martes 9 de septiembre en este periódico. La batería de peticiones que esgrimen es verdaderamente apabullante, o al menos para quien se quiera apabullar, pero yendo despacio vemos que hay más cartucho de fogueo que pólvora que hiere. No obstante, esto de tirar con la pólvora ajena siempre es cómodo, si no fuera porque también es costoso y lleva su tiempo, un tiempo del que la justicia no anda precisamente sobrada. Pero lo más grave de todo es la ignorancia con la que se esgrimen peticiones que no llevan a ninguna parte. Vamos a dar un repaso ligero a las mismas.

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En primer lugar, la remisión de la documentación a Garzón lo es, cito textualmente, «para facilitar la investigación para un posible juicio por delito de genocidio en la zona del marco de Jerez». Aquí suceden dos cosas: una, que resulta jurídicamente impreciso hablar de genocidio, concepto jurídico que últimamente se emplea muy a la ligera y con gran ignorancia. Segundo, que el juicio, salvo que yo no me acuerde del derecho procesal, tendrá que ser contra alguien en concreto ¿no? Y ahora pregunto de nuevo: ¿van a pedir el procesamiento de algún responsable, si lo hubiera, del presunto genocidio? ¿O pretenden estos señores montar un espectáculo mediático con final de sobreseimiento y archivo? En segundo lugar, vuelvo a citar, se pretende «contactar con los familiares de víctimas y llevar sus denuncias y testimonios a la Audiencia Nacional » ¿Y esto quién lo costea? ¿Quién paga a los Letrados, con cargo a qué subvenciones que pagamos todos? ¿Tienen estos señores idea de los gastos que supone un procedimiento en la Audiencia Nacional? En tercer lugar, y ya nos vamos animando, viene lo de la famosa Comisión que tiene un nombre muy largo, y para entendernos ejerce de detective de vestigios fascistas (¿sabrán estos lo que es el fascismo?)y que, entre otras cosas, pretende destruir los cuadros de los alcaldes franquistas de la galería del Ayuntamiento. Y pregunto ¿la destrucción será pública y mediante hoguera? ¿Podrán los familiares de tales alcaldes retirar tales cuadros? Luego vuelven a la carga ignorante de atribuir al fascismo determinados escudos y emblemas como el Águila de San Juan, escudo de la famosa «fascista» Isabel la Católica. Para rematar, resulta que esta propuesta es ampliable y no definitiva. Esperemos que la ampliación no llegue a los domicilios privados.