INTRANQUILIDAD. El techo del pasillo de la casa de María se desplomó hace unos días. / JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

En la lista de espera

Centenares de familias jerezanas aguardan con impaciencia una vivienda social para mejorar su situación

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El Plan Local de la Vivienda y el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contemplan la creación en Jerez de más de 14.000 viviendas de protección oficial, destinadas a aquellas personas que no puedan acceder a la compra de un piso de renta libre. Son inmuebles construidos principalmente para los más jóvenes, personas con rentas bajas, discapacitados o víctimas de la violencia de género. Hay promociones que son en régimen especial de venta, otras en régimen de alquiler con opción a compra o en alquiler para la integración social, y muchas de ellas ya están en marcha.

No obstante, hay familias jerezanas que no pueden esperar tanto tiempo a que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía acaben los proyectos que han prometido. De hecho, cada vez son más -debido a la situación de crisis económica por la que estamos atravesando- las que ante la falta de una vivienda digna deciden acercarse a las instalaciones de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emuvijesa) para intentar solucionar esta carencia lo antes posible.

Pero las listas de espera son demasiado largas, en ellas los nombres parecen perderse y da la sensación de que nunca llegará el momento en el que estos jerezanos puedan disfrutar de un hogar que reúna las mínimas condiciones de habitabilidad.

Una de esas personas es María Requena. Ella, a sus 61 años, vive completamente sola en una pequeña vivienda ubicada en la calle Sol. Desde hace varias semanas aguarda con impaciencia a que desde el Ayuntamiento alguien le ayude. Viuda y con una pequeña pensión con la que apenas logra salir hacia delante, ve cómo el techo de su casa se desprende poco a poco sin que pueda hacer nada por evitarlo.

«La semana pasada se cayó una buena parte de la escayola del techo de la casa y mi madre se llevó un buen susto. Es mayor, está enferma -ya ha sufrido tres operaciones fruto de una grave enfermedad y su movilidad es reducida- y no tenemos dinero para arreglar estos desperfectos», explicaba su hija a este medio.

María vive desde hace años en este inmueble de alquiler y a pesar de que ha avisado al propietario de la situación en la que se encuentra, «éste le ha dicho que no piensa arreglarlo». Por ello, «hemos solicitado una vivienda social de carácter urgente. Tememos que el techo se desplome del todo y que ésta vez si pueda ocasionar daños personales».

El problema reside en que «cuando hemos acudido a Emuvijesa le han dado el número 2.400, y ella no puede esperar tanto. Está en la lista de espera», indica su hija.

Los boquetes en el tejado son más que evidentes. El pasillo se encuentra totalmente levantado y en el salón y uno de los dormitorios «hay riesgo de derrumbe». «Los técnicos de Urbanismo se han personado en la vivienda con los bomberos y acabaron de tirar los restos de escayola que se desprendían del pasillo. Después se marcharon y le dijeron a mi madre que no podían hacer nada más», asegura la familia.

Han mandado escritos a Urbanismo, Emuvijesa y a Alcaldía pero la respuesta es el silencio. «Sabemos que el Ayuntamiento no tiene que arreglar el tejado de la casa porque el inmueble es de un particular, pero podría acelerar todo el proceso para la asignación de una vivienda. No pedimos que nos regalen nada, pagaremos el alquiler de las viviendas sociales», recalcan.

Mientras que llega o no la ayuda, María se niega a abandonar su casa. Asegura que ella se las apaña como puede y mira al cielo esperando que no llueva ya que «como caiga un chaparrón me voy a tener que poner el chubasquero y las botas para estar por casa», sentencia entre sonrisas.

braguilar@lavozdigital.es