FELIZ. Tras el acuerdo alcanzado con Nuchera, Joaquín Morales se mostraba muy contento en su despacho de Dos Hermanas. / J. C. C.
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Morales llega a un acuerdo para venderle el Xerez a Nuchera

La intención del sevillano es firmar a comienzos de semana y estar en el palco en el partido del Córdoba Renovará por completo el organigrama, el consejo de administración y la estructura de la entidad

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Joaquín Morales llegó ayer a un acuerdo para vender su paquete de acciones a Francisco Nuchera, poniendo así punto y seguido a una operación de compra-venta que arrancó el pasado mes de julio. El punto no es el final, pues de momento se ha llegado a la misma fase que se alcanzó con Francisco Garrido. Es decir, Nuchera y Morales han alcanzado un acuerdo total verbal, pero aún queda plasmar la firma sobre los contratos que prepararán durante este fin de semana los abogados de ambas partes. La diferencia en esta ocasión es que no sólo la parte vendedora está dando la cara. Francisco Nuchera ya se siente dueño y presidente del Xerez, ha realizado sus primeras declaraciones como máximo accionista azulino y espera y desea estar sentado el domingo de la semana que viene al mediodía en el palco de Chapín.

El que fuera consejero del Betis vivió ayer una larga y dura jornada de negociación. Antes de llegar al despacho de Morales en Dos Hermanas pasó varias horas con sus abogados tratando de no dejar ningún fleco sin atar y posteriormente se reunió con el nazareno. Allí, en la calles Santa María Magdalena acordaron los términos de la venta (en tres horas, según Nuchera; en media, según Morales). Tras ser sorprendido por la prensa al término de la cita, el empresario sevillano salió rápidamente de las oficinas de Morales.

El próximo encuentro será para firmar unas escrituras que ya se están preparando, y que en principio, estarán rubricadas a comienzos de la próxima semana. Y es que sin estar las prisas de por medio, Francisco Nuchera tiene la intención de comenzar a trabajar cuanto antes, pues su ilusionante proyecto está a punto de comenzar.

La larga jornada le dejó bastante agotado, y así se pudo comprobar cuando atendió la llamada de LA VOZ. En un tono muy débil anticipó muchas novedades tanto a nivel deportivo como institucional. Y es que tiene previsto configurar un nuevo consejo de administración en el que, casi con total seguridad, él será el presidente. Meterá a una mujer como vicepresidenta, meterá cuatro o cinco jerezanos y nombrará a Víctor López como portavoz. En el apartado de las peñas pretende aportar muchas ideas, extender la red de peñas fuera de Jerez e incluso más allá de las fronteras españolas, y además tener a un representante dentro del consejo. En la dirección deportivo se producirán cambios, por lo que parece difícil la continuidad de Miguel Ángel Rondán y sus colaboradores. Y es que Antonio Fernández Monterrubio parece ser el único que tiene alguna posibilidad de continuar en la estructura de la entidad xerecista. Dicho organigrama se verá incrementado y aparecerán nuevas figuras como las de director de marketing o director de comunicación. La cantera o la creación de una fundación serán otra de las prioridades.

FRANCISCO NUCHERA

Comprador del Xerez

«Estoy ilusionado, contento y cansado»

Con la intención de descansar, pero, al mismo tiempo, con la ilusión del que tiene unos zapatos nuevos Nuchera afirmaba que «la cosa ha sido muy difícil, pero al final todo ha salido bien. No habrá Ley Concursal y yo asumo todo el aval de la deuda porque si no habrían puesto un administrador judicial y habría sido un lío. La reunión ha durado casi tres horas y ha sido muy correcta, muy amable y estaba muy abierto a vender. Teníamos que tener los números muy claros para saber el aval que había que poner. Había algunos flecos y ha sido lo que ha dilatado todo un poco».

El poderío económico del sevillano parece que será suficiente para que obviar la Ley Concursal, ya que «no habrá ningún problema económico, siempre y cuando no salga cualquier barbaridad que no sepamos».

El contraste de sensaciones nada más acabar las reuniones era importante. «Estoy ilusionado, contento y cansado. La verdad es que me encuentro agotado, psicológicamente muy cansado». Pero esa extenuación no le impidió ofrecer unas primeras palabras a la que ya es su hinchada. «El mensaje que yo le mando a la afición es que hay que aunar esfuerzos todo el mundo para subir al Xerez donde se merece este equipo. Que confíen, que tengan ilusión, porque el proyecto que llevo es muy ilusionante. Además, trataré de enriquecer la entidad porque no tiene ningún patrimonio».

Este empresario sevillano ha demostrado que «cuando quiere algo lo consigue. Ya le dije a Morales que no me iba a aburrir y de hecho, ha salido todo perfecto. Joaquín ha estado presionado por la afición y es normal que se lo pensara».

JOAQUÍN MORALES

Vendedor del Xerez

«Me he quitado un peso de encima muy grande»

Cuatro años y dos meses después, la era Joaquín Morales se acerca a su fin. La próxima semana podría dejar de ser oficialmente dueño de un equipo que le ha dado sonrisas y lágrimas. Reconoce sin tapujos que se ha «quitado un peso de encima», pues de hecho, aseguró, no hace mucho, que se había arrepentido de comprar el Xerez.

Por ello era un hombre feliz, y de hecho, su tono era mucho más efusivo que el de Francisco Nuchera. Ya ha tenido una mala experiencia y por eso no se atrevía a repetir aquello del «vendido está». Prefiere esperar a que todos los documentos estén firmados. «En teoría está todo hecho. Ahora hay que ver si todo lo que hemos hablado se puede llevar a una escritura pública y dejarlo finiquitado. No quiero decir nada hasta que no esté firmado. La otra vez dije lo de 'vendido está' y mira lo que pasó. Me gustaría que no me pasara otra vez».

La euforia que denotaba era contenida aunque recordaba que «siempre creo que todo va a salir bien porque soy un tío optimista. He querido dejar claras las cosas que yo pretendía, que no era otra cosa que el concurso de acreedores. Éste fue el motivo por el que la otra vez dije que no. Yo tenía un compromiso claro con mis futbolistas de que yo no lo iba a hacer, y así va a ser. Me voy a ir sin hacerlo. En ese aspecto ya he cumplido con los futbolistas, porque cuando las cosas fueron mal la temporada pasada tuve una reunión muy fuerte con ellos en la que les dije que si bajábamos a Segunda B habría que hacer lo que habría que hacer, pero si salvábamos la categoría tendríamos esa prima de 600.000 euros que al final se les pagó. Mi palabra la he mantenido y por eso dije antes que no a la oferta y ahora digo que sí, porque eso ya no se va a producir».

Ni comprador ni vendedor han querido que salgan a la luz pública los números en los que se ha producido la venta, pero parece que el acuerdo se ha producido en una cifra aproximada a los cuatro millones de euros, es decir, «los mismos dineros que se había hablando antes, que son muy poquitos», apunta un Joaquín Morales que recuerda que «dije que iba a mirar por el Xerez y luego por el Xerez, y así lo he hecho, pero esta vez perdiendo mucho dinero salgo ganando, y sobre todo gana el Xerez porque entra un hombre con mucha ilusión, con un potencial económico importante y sobre todo con ganas, que son las que a mí me faltan un poquito. Creo que será positivo para la afición, para el Xerez, para mí y mi familia». Además, quiso aclarar que «nunca he mirado el Xerez como negocio. Si lo hubiera hecho, habría actuado de otra manera. Si yo me lo hubiera tomado de esa manera, hace un año que tuve la oportunidad de recuperar todo mi dinero para vender la plaza en Segunda. No la aproveché, así que la prueba es evidente. Habría recuperado todo el dinero que he puesto. De esta manera no he recuperado ni el diez por ciento, pero esto es así y yo tengo buen perder».

El jueves por la tarde Morales apuntaba hacia las formas más que hacia la cuantía como impedimento para que se pudiera producir la venta, por eso ayer quiso dejar todas las cláusulas del contrato muy claras. «Yo tengo el compromiso de Nuchera de que no va a utilizar la Ley Concursal. Él no la va a hacer, ya que por eso se paró la negociación la otra vez. Ahora, la negociación no ha sido muy dura. Ha sido todo cordial. En cuanto se han aclarado las fórmulas que él me planteó ha sido rápido porque se hablaba de conceptos, no de cantidades. No se ha peleado por cantidades. También ha quedado garantizado que nunca se va a vender la plaza. Lo hemos hecho todo en media hora y nos ha sobrado tiempo para tomar un café».

A partir de ahora, el de Dos Hermanas vivirá mucho más tranquilo porque «si al final se hace», dice, «yo me quito un peso de encima grande e importante porque era el mejor momento. Se salvó la categoría gracias a Dios, por eso no me fui la semana anterior cuando me lo comentaron y presionaron para que me fuera. En ese aspecto aguanté el tirón. Económicamente también solucionamos la situación, después hemos hecho un equipo competitivo con todas las dificultades que hemos tenido. Si me voy ahora lo hago en buen momento porque la plantilla está al día, igual que los empleados del club y además, el equipo ganando».

sgalvan@lavozdigital.es