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Misterios del mercado

Decididamente, el mercado del petróleo es para iniciados: ayer, en cuanto se supo que la OPEP rebajaba su producción diaria en 520.000 barriles, el precio, en baja sostenida desde hace cuatro meses, subió unos tres dólares y se esfumó la posibilidad de fijarlo por debajo de los anhelados 100 dólares. Y, sin embargo, no hay razones objetivas para que tal cosa ocurra: las economías importadoras están al borde de la recesión o con fuertes caídas de su PIB, no hay tensiones geopolíticas nuevas o inminentes y hay petróleo abundante y disponible.

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Lo único ya realmente decisivo será observar qué sucede con el crecimiento casi exponencial de las economías de China y la India, devoradores incansables de crudo y principales responsables indirectos del auge inconcebible de los precios.

Llamó la atención el modus operandi de la OPEP en su sede en Viena porque ya con el martes concluido y circulando la información de que la organización mantenía su nivel de oferta algo debió suceder en la madrugada y el presidente de la misma, y ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, anunció el imprevisto corte en algo más de medio millón de barriles diarios.

El ministro aclaró que la propuesta, de 28,8 millones de barriles/día, incluye los aportes de Ecuador y Angola, nuevos socios, y sigue dejando fuera a Iraq, cuya exportación sigue aumentando poco a poco y está al margen por obvias razones de su situación política y militar. Con todo, nada de esto explica el corte ni su correlato, la subida de casi cuatro dólares.

Además, la OPEP hace mucho que no es lo que era en los 60. Bombea algo menos del 40 % del total mundial de crudo extraído y solo la presencia activa en su seno de Arabia Saudí, que extrae más o menos un tercio del total y provee realismo a la organización, explica su peso y su valor de referencia.

En realidad, si no existiera la OPEP y la oferta fuera la que es, es decir, la que el mercado requiere y puede pagar, el precio sería sustancialmente el mismo con la ventaja de que los cambios en la oferta oficial no producirían alzas como la de ayer, poco explicables y, se diría, automáticas y rituales. Tal vez por eso el petróleo seguirá bajando si la crisis económica se profundiza. Con o sin la voluntad de los productores.