Riesgos mayores

as confusas circunstancias que rodean la muerte en Cuenca de dos niños de 3 y 5 años, que quedaron atrapados en el incendio desatado en la furgoneta familiar, exigen una investigación diligente que determine las causas del incendio y si los pequeños fallecieron, como parece, por una desgraciada omisión de su padre al aparcar el vehículo. Que el drama haya podido tener su origen en una maniobra descuidada, y no en una negligencia dolosa o en una actitud delictiva, hace aún más intenso el dolor que debe embargar a unos progenitores sometidos a un trance tan difícilmente soportable. Pero lo ocurrido, así como otras situaciones recientes y comparables que han acabado con el fallecimiento de menores por motivos que podían haberse evitado, sirve de obligado recordatorio de que cualquier riesgo potencial se incrementa cuando éste puede afectar a niños indefensos. E interpela al intransferible compromiso de los padres en la atención y el cuidado vigilante de sus hijos.