LIMPIEZA. Un operario realizando trabajos de mantenimiento en la pileta del parque, ayer. / MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

Los restos arqueológicos de los jardines de Varela son utilizados como área canina

Los vecinos denuncian que a primera hora de la mañana «los perros hacen sus necesidades y se bañan en la pileta» Los operarios tienen que limpiar la fuente cada quince días

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Los restos arqueológicos romanos de los Jardines de Varela están siendo usados como área canina desde que comenzó el verano, según denuncian los vecinos de la zona. Y es que la continua vigilancia que existe en las playas por parte de la Policía Local en esta época del año hace que los dueños de los canes lleven a sus mascotas a los parques de la ciudad. «Los perros caminan por las murallas y monumentos dejando allí sus heces y orines e incluso en más de una ocasión les he visto nadar en la pileta», explica indignado Gustavo Rosales, el presidente de la asociación de vecinos Poeta Rafael Alberti. Y agrega: «Es un delito que los monumentos históricos de nuestra ciudad sean tratados de tal forma». Una opinión que es compartida por José Sánchez López, un residente de la zona: «Yo vivo ahí enfrente y desde mi ventana veo cómo por las mañanas temprano meten a los perros en esta zona del parque que está prohibida para que hagan sus necesidades. No entiendo qué les cuesta llevarlos al otro lado, donde el área es de tierra y está acondicionada para los animales», admite este jubilado.

Julio Ramos también es testigo de cómo los animales transitan por la zona libremente a determinadas horas del día. «Yo vengo a diario para traer a mi nieto y sí es cierto que hay gente que mete a perros pequeños», dice mientras lee el periódico.

El personal de limpieza de la zona reconoce que es frecuente «recoger excrementos del suelo en la parte del parque infantil».

Asimismo, operarios de mantenimiento del Ayuntamiento reconocen que esta falta de civismo, unida a algún que otro acto vandálico de los adolescentes, obliga a limpiar la pileta cada quince días. «Los jóvenes suelen ingresar en el parque cuando está cerrado saltando la valla para reunirse en las ruinas, allí se dedican a beber y a tirar las piedrecitas que hay alrededor de todo el monumento a la pileta. Todo esto hace que tengamos que realizar tareas de mantenimiento cada quince días, esa es la orden que tenemos», detalla este empleado al tiempo que utiliza una pistola de agua a presión para limpiar las paredes de la piscina.

El Parque Varela se asienta sobre terrenos ocupados en la más antigua historia de Cádiz por la necrópolis fenicia, púnica y romana, así como por zonas de caserío en época romana, muchos de cuyos restos han sido exhumados a lo largo de las actuaciones arqueológicas desarrolladas sobre esta zona de la ciudad.

En el año 2002 se documentaron, en el lugar que actualmente ocupa el parque, los restos de un conjunto de edificaciones, que pese a haber sido afectadas notablemente por las obras de construcción del Cuartel Militar, aún permiten identificar el aspecto que en su momento tuvo este lugar donde desarrollaron su vida y trabajo los habitantes que poblaban esta zona de Cádiz allá por el siglo I antes de Cristo.

jmvillasante@lavozdigital.es