QUEJAS. Las obras del tranvía levantan las quejas de los ciudadanos de la zona. / S.S.
SAN FERNANDO

Los comerciantes ya han notado un descenso de las ventas por las obras del tranvía

Los trabajos, que comenzaron ayer, requieren el vallado de algunos escaparates Los vecinos lamentan la lejanía de la parada del autobús San Fernando-Cádiz

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Ya no hay marcha atrás. Las obras del tranvía han comenzado y ayer los ruidos de los trabajos ya resonaban en el centro de la ciudad. El primer tramo afectado, desde la plaza del Rey a la Alameda Moreno de Guerra, fue cortado al tráfico a primeras horas de la mañana. Los autobuses hacen ya su recorrido alternativo, el interurbano San Fernando-Cádiz, y la línea 1 por la Calle San Marcos, paralelo a Ronda del Estero.

Las parada de taxis de la plaza del Rey también se ha modificado y ésta, junto con las de autobuses, ha pasado a albergar aparcamiento de zona azul.

Las molestias de las obras se han dejado sentir en comerciantes, hosteleros y residentes. Los vecinos de las zonas cercanas con garaje continúan gestionando en la Oficina del Tranvía el permiso para poder llegar en sus vehículos a las viviendas. José Fernández Ortiz, un vecino apuntaba que «la Plaza San José está colapsada de coches, no veo claro cómo va a funcionar la ciudad cuando comiencen los colegios, No entiendo todo este follón para el tranvía cuando las necesidades que va a cubrir ya estaban satisfechas con los autobuses y coches».

El traslado de las paradas de autobús es otro de los problemas que plantean los vecinos. Dolores Alias Durán explicaba que las personas mayores tienen que ir ahora muy lejos para coger el autobús hacia Cádiz. «Además cuando entre en funcionamiento el tranvía no llegará hasta el casco antiguo, tardaremos mucho más mientras hacemos trasbordo».

Los comercios empiezan a notar las perdidas a consecuencia de las obras del tranvía y de semipeatonalización de la calle Real. Es el caso de Deportes Espada cuyo propietario asegura que en una semana que ha estado vallada la calle las ventas han bajado en un 30%. Además, tiene vallas en los dos escaparates de su comercio y a la puerta de su calle por pequeñas reparaciones que están haciendo en el suelo. El dependiente de la Floristería Real aseguraba que el tranvía «convertirá San Fernando en una ciudad de paso, más fantasma de lo que ya es». Esto junto con el ruido y el polvo que afecta al local donde trabaja le lleva a decir que «la situación la veo mal, esto es un desastre».

Peor suerte dicen tener en el conocido bar de la plaza del Rey, La Gran Vía, donde la zona azul les ha restado un trozo de terraza y para dar servicio a los clientes que están fuera tienen que bordear todos los coches aparcados «nos han echo un fiasco, aseguran varios camareros del bar».

Comerciantes y hosteleros temen los efectos que las obras pueden ocasionar en sus negocios. Los mayores temores son el descenso de las ventas, que algunos ya están padeciendo, y que un posible retraso afecte a la campaña de Navidad, siendo esta la más fuerte de año. «Las obras siempre se retrasan y no creemos que esto este tramo esté listo en dos meses como han dicho». Otra de las quejas es «la falta de información sobre las ayudas que el consistorio isleños dijo que iba a gestionar».