Rubalcaba cree que ETA vive un fuerte debate interno sobre el final de la violencia

El ministro del Interior rompió ayer su habitual discreción sobre las disidencias en ETA y señaló que el debate dentro de la organización terrorista sobre la inutilidad de la violencia es «más fuerte que nunca».

Alfredo Pérez Rubalcaba apuntó que son «muchos» en ETA los que creen que han «desperdiciado» la oportunidad surgida en el diálogo con el Gobierno y ahora piden cuentas a la dirección. En resumen, dijo, la organización «no tiene buena cara».

Las informaciones que manejan los expertos en la lucha antiterrorista son que el debate no se circunscribe a las cárceles, sino que también se da en el entorno de la banda y en el colectivo de exiliados.

Pérez Rubalcaba reclamó, no obstante, «no magnificar» estas disidencias porque la dirección etarra trata de acallar estas voces críticas y «someter» a los rebeldes. Además, recordó, «ETA resuelve estas cosas siempre por la tremenda» y «algunos lo han pagado muy caro», en alusión al asesinato de Dolores González Catarain, Yoyes, en 1986, así como a las expulsiones de connotados dirigentes como Francisco Múgica Garmendia, Pakito; José Luis Álvarez Santacristina, Txelis; José Luis Urrusolo Sistiaga o Kepa Pikabea Ugalde.

El ministro indicó en una entrevista concedida a Antena 3 que en ETA hay una sensación creciente de que está «aislada» y de que la violencia «no conduce a nada».

Vaticinó que la dirección terrorista no va lograr parar estas disidencias, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, y que en el futuro serán «más» los que se sumarán a la línea crítica contraria a la violencia porque hay «muchos» que no comparten el rumbo de la organización aunque por el momento «no se atreven a decirlo».

El titular de Interior indicó que una muestra del descontento con la dirección terrorista es la carta que han suscrito numerosos reclusos de la organización, en la que plantean a los dirigentes el final de la violencia, misiva que «no será la última».

Pérez Rubalcaba aludía al escrito de Pakito e Ignacio Arakama Mendía, Makario, de agosto de 2005 en el que afirmaban que la estrategia de la violencia «ha sido superada» por la respuesta del Estado. La Secretaría de Instituciones Penitenciarias evitó precisar el número de firmantes, pero la cadena Ser los cuantificó en «decenas de presos» de ETA.

Ninguna esperanza

El presidente del Gobierno también considera que la situación interna de la organización terrorista es compleja ya que cada vez son más «los que no tienen ninguna esperanza» en alcanzar sus metas. Comprueban cómo los miembros de los pocos comandos que tienen «van siendo detenidos» y, al mismo tiempo, constatan que «el Estado es cada vez más fuerte», dijo José Luis Rodríguez Zapatero en Telecinco.

El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, también apuntó que los presos de la organización «están abriendo el debate» sobre el final de la violencia.