Empleados municipales denuncian la degradación de la Guardería Forestal

Trabajadores municipales, agrupados bajo la CGT, se concentran hoy frente a las puertas del Consistorio por la posible aprobación de la nueva Relación de puesto de trabajo (RPT) en el pleno que se celebrará el próximo viernes. Los empleados entienden que esta nueva RPT afectará al funcionamiento de la Casa Forestal y abandonará a su suerte a los distintos ecosistemas portuenses y a toda su biodiversidad, al iniciar la configuración de un nuevo modelo de gestión ambiental basándose en la Ley de Gestión Integral de la Calidad Ambiental, GICA, que se centra en la gestión de residuos que generan las empresas que operan en el término municipal y los ciudadanos portuenses.

Por tanto, la CGT anuncia que «se opondrá con todas sus fuerzas al desmantelamiento de una institución ejemplar, que durante 25 años ha vigilado y protegido el patrimonio natural de El Puerto».

Asimismo culpa al jefe de Servicio, Antonio Caraballo, «que con la colaboración del Partido Popular, está sometiendo a la Guardería Forestal a la degradación y dejadez». Esto ha quedado reflejado con las distintas medidas que se han venido llevando a cabo como el no dotar a los agentes forestales de material, la retirada del libro de registro, el traslado de la recogida de animales de la vía pública a la Policía Local o impedir la colocación de los tablones para secciones sindicales, según denuncian desde CGT.

Aún así, durante la temporada estival, los agentes forestales han intervenido de forma directa en unos 40 incendios, que sumados a las actuaciones de todo el año alcanzan los 60 fuegos, y, recordando, sin ningún tipo de material contraincendios, a pesar que el alcalde, Enrique Moresco, se había comprometido a dotarles de equipos.

Por consiguiente, la Guardería Forestal declara que «es una gran irresponsabilidad política, al ser El Puerto un municipio que contiene importantes masas forestales», entre las que hay que destacar las Dunas de San Antón, Pinar de Coig, Pinar de la Sierra, Pinar de Mochicle, Pinar Coto de la Isleta o el Pinar de Valdelagrana.

Además, con el propósito de justificar el proyecto de Caraballo, la CGT manifiesta que los «avisos han sido silenciados», refiriéndose a los requerimientos por parte de los ciudadanos en materia de recogida de animales silvestres, caballos muertos, avistamientos de animales en playas, vertido de aguas residuales, recogida de camaleones, tala de pinos y árboles, avisos de fuego, entre otras muchas actuaciones. Todas ellas forman parte importante de la labor de la Guardería que quedaría suprimida con la nueva RPT.

Por su parte, Moresco declaró el pasado viernes que «están surgiendo inconvenientes y pegas que nunca se ha puesto de manifiesto». Según el alcalde se lleva más de tres años sin RPT y que ésta tiene un «límite presupuestario». Para intentar solucionar el problema, Moresco ha organizado diferentes reuniones entre la Guardería Forestal y distintos grupos como la oposición.

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