EXILIO. El equipo se entrena en Puerto Real debido a la remodelación del pabellón Portillo. / VÍCTOR LÓPEZ
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Un grande atado a la humildad

El Virgili elabora una plantilla repleta de canteranos en su regreso a Nacional tras ser ignorado por las instituciones que podrían haber evitado su descenso

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El CD Virigili ha vuelto a comenzar de cero. El equipo ha sobrepasado el límite económico que una y otra vez le ancla al servilismo que sufre el mejor equipo de Fútbol Sala de Cádiz siempre que saborea la plata.Tras un año volando a la misma altura que el Valencia FS o el Forma Cáceres, al Virgili le han vuelto a derribar y lo han desterrado a Primera Nacional.

El modelo del Athletic de Bilbao lo llevan en el equipo amarillo a rajatabla. Por obligación y por devoción. A pesar de estar en División de Plata, el equipo contó la temporada pasada con una plantilla repleta de jugadores locales que peleaban por crecer con la zamarra del Virgili puesta. Los motivos económicos por un lado, y la rica materia prima de la que goza la cantera gaditana por otro, obligaban a un grande del fútbol sala español a construir su plantilla con la básica caja de herramientas que tiene en casa. Pero una vez más, el dinero era un requisito imprescindible. El Virgili tuvo la opción de quedarse en Segunda y no recibió el apoyo económico necesario para mantener la categoría. El equipo volvió a sobrepasar sus límites. Sacó tres seises. En actitud, filosofía y categoría, que le obligaron a regresar a la salida.

Fuga de estrellas

Una vez consumado el descenso a Nacional el equipo se ha renovado por completo. Como ya le sucediera en 2001 tras perder la categoría, a este ave fénix del fútbol sala le han vuelto a cortar las alas. Ahora toca renacer de las cenizas. Los jugadores con más currículum de la plantilla se han marchado. El fichaje estrella de la pasada campaña, Óscar Rugama, el ala referente, Ale del Amor y el joven prometedor Aircardo, entre otros, han tenido que hacer las maletas para continuar en la élite.

Hay que repetir la proeza. El equipo ha vuelto a realizar pocas incorporaciones y todas gaditanas. El objetivo, dar salida a los jugadores de la cantera. «Tenemos que formar como persona y como profesional al joven gaditano que juega en el filial y esta ansioso por triunfar en el fútbol sala», apuntan desde el cuerpo técnico amarillo. El equipo sabe que por distintas razones no hay dinero para realizar apuestas fuertes sobre la mesa. Y por ello, es vital formar una base sólida que no se tambalee en el siguiente ascenso. Los dirigentes del club lo tienen muy claro: «No tenemos prisa. Este año nos podríamos haber quedado en Plata y no hemos tenido dinero. Así que no estamos obligados a ascender. Nuestro objetivo es formar un equipo de calidad con jugadores gaditanos de futuro. Que estos chavales se formen aquí para poder triunfar fuera y nos sirvan para construir una base con la que arontar el ascenso». Será entonces cuendo el dinero en forma de verdugo vuelva a reenganchar el ancla de este grande a los estamentos más modestos del fútbol sala. No hay que alarmarse. A buen seguro, cuando se repita ese día, la factoría del Virgili tendrá una nueva hornada de Saules (El Pozo Murcia) y Rugamas en su cantera.