DENUNCIA. La presidenta de Agadi, Dolores Peña, en la sede de la entidad. / FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

Los discapacitados elaboran un estudio de todas las barreras arquitectónicas

El informe analiza el viario completo y será presentado al Ayuntamiento

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Asociación Gaditana de Discapacitados de Cádiz (Agadi) presentará un informe «detallado» al Ayuntamiento con todas las barreras arquitectónicas que existen en la ciudad con el objeto de que «sean subsanadas», según ha confirmado la presidenta de la entidad, Dolores Peña.

Entre las principales deficiencias que se quedarán recogidas detalladamente en este estudio destacan los bordillos sin rebajar en las esquinas de las aceras, los lugares públicos sin servicios para discapacitados o la altura de los cajeros automáticos. «La discriminación que sufrimos comienza nada más salir a la calle: la mayoría de los bordillos tiene una altura de dos centímetros, lo que supone que una silla de ruedas no puede pasar», afirma Peña. Una opinión que es compartida por Manuel Franzón Lozano, socio de Agadi y ex presidente, quien considera que otro de los puntos negros de la ciudad son «los aparcamientos subterráneos del casco histórico, como el de Canalejas y San Antonio, los cuales no cuentan con aseos adaptados, rampas ni ascensores con acceso directo a la calle».

Peña y Franzón reconocen que la falta de integración de las personas en sillas de ruedas en la sociedad es causada, en buena medida, por todas estas barreras físicas de las urbes. «Aquí, en Cádiz, como en todas las ciudades de España, queda mucho por hacer. Además, la gente no es demasiado solidaria porque, por ejemplo, aparca sus vehículos en nuestros espacios o en bordillos que están rebajados», cuenta la titular de Agadi. Desde esta asociación también se denuncia el tipo de rampas que existen en las playas gaditanas, como la de Santa María del Mar. «La anchura y la inclinación no son las reglamentarias, con lo que la persona que va en silla de ruedas necesita la ayuda de alguien para acceder», lamenta Franzón.

El mal uso que se hace con las tarjetas de aparcamiento también es denunciado por Peña: «Hay muchas que son falsas y otras son prestadas a familiares».

jmvillasante@lavozdigital.es