Rajoy mantiene la incógnita sobre el candidato del PP a las europeas

Algunos que dan por hecho el relevo afirman que Rajoy está molesto con el político vasco, culpan al ex ministro del Interior de la renuncia de María San Gil y creen que es preciso que otro nombre encabece la lista. Los detractores del europarlamentario le acusan de haber «jugado sucio» en la crisis que sufrió el PP vasco y dicen que Rajoy está dolido porque creen que «maniobró en la sombra» para provocar el conflicto que suscitó San Gil cuando dejó la ponencia política con el argumento de que la nueva dirección pretendía traicionar los principios del partido. Sin embargo, otros altos cargos defienden la continuidad del ex ministro del Interior. «Mariano no quiere abrir ese melón ni relevar a Jaime porque sabe que detrás de él hay un sector del partido que hay que tener en cuenta», afirman estas fuentes que dan por pacificado el PP vasco y tienen claro que Rajoy no quiere volver a abrir la caja de los truenos. El propio presidente del PP dijo el 24 de junio que Mayor Oreja «sería un magnífico candidato». Sin embargo, todavía no ha decidido cuándo hará pública su decisión.

Dirigentes de la confianza de Rajoy insisten en la misma idea, aseguran que el presidente popular quiere conservar al ex ministro en su equipo y dicen que así se lo habría comunicado antes del congreso de Valencia de junio pasado. Pero las cosas han cambiado desde entonces. Del cónclave salió un líder más fortalecido y la posterior renovación del PP vasco se llevó por delante al sector crítico afín a San Gil y Mayor Oreja.

Segundo plano

El comité de dirección que salió del congreso popular cuenta con la presencia del ex ministro del Interior aunque, por circunstancias diversas, sólo haya participado en una reunión de las tres que se han celebrado. Para encajar en el nuevo equipo, el político vasco tendrá que asumir que el PP de esta etapa ha relegado a un segundo plano el discurso antiterrorista y discrepa de sus planteamientos sobre las relaciones con los nacionalistas. Miembros de este selecto grupo explican que en la nueva correlación de fuerzas de estos maitines renovados Mayor Oreja está aislado porque sostiene en solitario un discurso sobre la ofensiva nacionalista y la continuidad de la negociación del Gobierno con ETA.

Los partidarios de cambiar el cartel electoral para las europeas manejan candidatos alternativos como la eurodiputada Pilar del Castillo o el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. El primer edil se convertiría así en sucesor del líder 'in péctore'. Sin embargo, a pesar de que las encuestas insisten en que es el político más valorado y que el PP ha empezado a aclamarle en sus actos internos como nunca, Ruiz-Gallardón mantiene una inusitada contención.

Esta prudencia no ha pasado desapercibida por sus adversarios en el partido y se han visto sorprendidos por su reciente anuncio de que apoyará la candidatura de Esperanza Aguirre para repetir como presidenta en el congreso de Madrid. El cierre de filas de Ruiz-Gallardón cortó de raíz cualquier especulación sobre su posible candidatura.

Neutralizar a Díez

Pero la primera preocupación de la dirección del PP ante las europeas no es el candidato sino acertar con el discurso y la estrategia para neutralizar al partido de Rosa Díez. «Las europeas son la ocasión propicia para que los votantes castiguen al Gobierno porque piensan que sale gratis y, en todo caso, son unas elecciones en las que se votan siglas sin tener en cuenta a los candidatos», afirma un experto electoral del PP que confía en que Unión Progreso y Democracia robe votos, sobre todo, al PSOE.

Para evitar perder apoyos de la derecha a costa de ganarlos en el centro, la dirección popular ha empezado a elaborar un programa que obligue a Rosa Díez a pronunciarse sobre cuestiones en las que la ex militante socialista mantiene posiciones de izquierdas. Los populares tratan así de evitar las fugas hacia UPyD de los descontentos con el giro del PP que ha abandonado la confrontación con los socialistas y mantiene posiciones más conciliadoras con los nacionalistas. Mayor Oreja sería «un cortocircuito eficaz» para el discurso antinacionalista de Díez, según apuntan fuentes cercanas al portavoz del grupo europeo. Algunos dirigentes creen que el líder relevará a

Jaime Mayor Oreja por su actuación en la última crisis