ORGANIZACIÓN. Fran, Leo y Dani se guían por una lista para comprar en el supermercado. / F. J.
CÁDIZ

Una barbacoa de 10 euros, «más botellón»

LA VOZ acompaña a un grupo de jóvenes gaditanos en su primer día de preparación para la gran noche del Trofeo Carranza; reunir el dinero y comprar las provisiones, el primer paso

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A falta de 2 días para la celebración de la tradicional noche de las barbacoas del Trofeo Carranza, muchos gaditanos compraron ayer todo lo necesario para pasar la velada de mañana. Entre ellos, el grupo de amigos de los hermanos Francisco y Leo García Ibáñez, Daniel Macías Sánchez y Jesús Gómez Bea. La VOZ acompaña a estos chicos de entre 18 y 23 años al supermercado más cercano.

Fran, Leo y Dani son unos chavales jóvenes, componentes de un un grupo musical novel, los 11.007. Les encanta el rap y pasan las horas compartiendo su afición con los colegas en los Jardines de los Cinco Continentes, emplazados en la Avenida de Juan Carlos I. Ese es su habitual punto de reunión.

La jornada consumista comenzó allí mismo a las 11.30 horas de la mañana. Primero repasaron la lista y echaron un vistazo a la cartera, donde guardaban la recolecta. «Cada uno hemos puesto 10 euros, para comer y beber, pero el botellón va aparte», explica Leo.

Cuentan con un presupuesto de 300 euros, aunque aún faltan algunos morosos por pagar. De ese dinero, 140 euros están destinados a la carne y el pan, y el resto para comprar una barbacoa, las bebidas, hielo «y lo que falte». Jesús es el responsable de encargar las hamburguesas, los pinchitos, los filetes de cerdo, los churrascos y los chorizos, además de comprar el pan. «Por eso ahora no nos acompaña». Leo , Fran y Dani se encargan de la compra en el supermercado.

Calculan que mañana serán unas 30 personas, a las que se le añadirán más amigos que se organizan por su cuenta. En total, se reunirán alrededor de 50.

«Todos los años nos ponemos a la altura del instituto Drago, pero este año tendremos que ponernos en el módulo uno más temprano: no es normal el espacio tan reducido que han dejado para la cantidad de gente que va a venir», se quejó Fran mientras se dirigen hasta el Lidl, situado en los Cuarteles de Varela, el supermercado que les venía mejor y eramás barato.

«¿Qué agobio esto de comprar, ahora entiendo por qué mi madre se amarga cada vez que vuelve del supermercado», comenta Fran con mucho humor, que admite que él sólo va a comprar una vez al año.

Carne, refrescos, cartones de vino tinto, latas de cerveza, patatas fritas, pan, hielo, carbón y una barbacoa: ya tienen lo principal y sólo han gastado unos 200 euros. Todavía tienen de sobra para comprar las botellas de ron y whisky, los vasos, platos, unas pinzas y cualquier detalle que vaya surgiendo mañana, una jornada que comenzará a partir de las 15 horas de la tarde porque «hay que asegurarse un buen sitio en la playa».

Para estos y otros muchos grupos de jóvenes que acudirán a las barbacoas, el Ayuntamiento ha dispuesto un dispisitivo de seguridad y la ya habitual operación playas limpias de limpieza.

La novedad para este año es que por primera vez se acotará la zona donde se permitirán las barbacoas: en la playa Victoria, entre los módulos uno y seis, y en La Caleta.