Deportes/Mas-Deportes

Los deportistas tendrán que atenerse a un código de conducta

Ni manifestaciones políticas, ni artículos en prensa de los deportistas. Los deportistas tendrán que atenerse a un código de conducta más estricto que en anteriores citas olímpicas. Sólo así se entiende los «consejos» que el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ha dado a los deportistas españoles presentes en la Villa sobre las normas de comportamiento que deben cumplir mientras estén en Pekín. Normas que no han sido exclusivas del COE sino un «recordatorio» que el propio Comité Olímpico Internacional (COI) ha hecho a todos sus comités olímpicos nacionales.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La batalla por las libertades que mantenían el COI con el Gobierno chino parece decantarse, de momento, de este último lado. Desde el COE se quitado importancia a este asunto: «No se ha hecho nada más que recordar a los atletas lo que dice la Carta Olímpica en el Punto 3 de la Norma 50: 'No se permitirá ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte de los emplazamientos olímpicos'.

Nada de política

Este recordatorio se ha hecho siempre. El COI siempre ha luchado contra la intromisión política en el deporte, como se demostró con las sanciones que hubo en México 68 con motivo del Black Power. Lo cierto es que los deportistas van a estar más controlados que nunca porque el impedimento a hablar se extiende también a los posibles artículos que pudieran realizar en cualquier medio.

Y Alejandro Blanco fue tajante: «Quien incumpla la norma, a casa». Tras medidas curiosas para los ciudadanos chinos como no escupir en las calles, respetar las colas o no salir en pijama a la calle, llegaron otras más surrealistas como cerrar las terrazas y las segundas plantas de los bares para evitar suicidios de aficionados apenados por una derrota, concluyendo con las trabas que el Gobierno ha impuesto a los periodistas al prohibir que en la plaza de Tiananmen se puedan tomar imágenes y hacer entrevistas, salvo que se solicite y se acepte ir con un guía. Las protestas de un grupo de propietarios de casas expropiados por los Juegos durante una visita de un grupo de periodistas y reprimida con dureza por la policía ha sido el detonante de esta nueva medida restrictiva del Gobierno chino.