SEÑALADO. Holbrooke, con un soldado kosovar. / AFP
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EE UU traicionó a Karadzic

El ex líder serbobosnio dice en el escrito que no le dejó leer el juez del Tribunal de La Haya que Holbrooke le aseguró que no sería juzgado

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Radovan Karadzic se resignó a regañadientes por no poder leer los cuatro folios que había escrito y cuyo contenido quería exponer en su primera comparecencia ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), el pasado jueves. El presidente de la Corte de La Haya, el juez Alphons Orie, se lo impidió al considerar que no eran ni el momento ni el lugar adecuados para hacerlo. Pero el ex presidente de los serbobosnios, fiel a su carácter recio e indomable, no estaba dispuesto a que sus argumentos para hacer frente a once cargos por genocidio y crímenes contra la humanidad se ocultaran a la opinión pública. Y ayer consiguió que se conociera su alegato.

De inicio, el conocido como 'el carnicero de Sarajevo' denuncia algo que ya apuntó en su 'estreno' ante el TPIY, que Estados Unidos le prometió inmunidad por sus crímenes durante la guerra de Bosnia (1992-95). Además, el antiguo psiquiatra arremete contra las «irregularidades» de su proceso y el «linchamiento» al que le someten los medios de comunicación, que, según él, impiden que «nadie en la Tierra» crea en su posible absolución, por lo que cree «inimaginable» que tenga un juicio justo.

Según Karadzic, Richard Holbrooke, por aquel entonces ' número dos' del departamento de Estado durante la Administración Clinton y artífice de los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra en Los Balcanes, le aseguró que a cambio de no ser juzgado debía desaparecer completamente de la esfera pública para que el acuerdo de paz se aplicase por completo. «Me debía retirar también de las oficinas del partido, no ofrecer entrevistas e incluso no publicar trabajos literarios; en una palabra, resultar invisible», explicó el ex líder serbobosnio en su documento.

El Plan B

El jueves ya dijo que Holbrooke le hizo la oferta en nombre de EE UU y que ahora teme por su vida, por lo que preguntó «si su brazo (el de Holbrooke) es lo bastante largo como para llegar hasta La Haya».

Karadzic reitera que el diplomático estadounidense tenía interés en su muerte. El ex líder serbobosnio, según relata, intentó conseguir de Holbrooke el mismo trato para su brazo ejecutor militar, el general Ratko Mladic, aún huido de la justicia, pero una vez que el enviado de Clinton se dio cuenta de que no podía evitar que el TPIY les persiguiera, decidió pasar al «plan B: liquidar a Radovan Karadzic». Desde Washington se rechazó ayer que se hubiera pactado en 1996 dar inmunidad al presunto criminal de guerra. El portavoz del departamento de Estado, Sean McCormack, aseguró que tanto la actual Administración como el embajador Holbrooke «hemos dejado claro repetidamente que nunca hubo un pacto para darle inmunidad de arresto o de ser juzgado».

McCormack sí reconoció que en julio de 1997, oficiales estadounidenses negociaron con los líderes serbios una retirada de la política y de la vida pública de Karadzic, pero insistió en que no se ofrecieron ningunas garantías a cambio. Los que también dejó claro el funcionario estadounidense fue «pleno apoyo» del Gobierno Bush al arresto del presunto criminal de guerra, y a su traslado a La Haya para ser juzgado.