La crisis dispara el número de familias en quiebra a un 345%

Martinsa-Fadesa es, hasta ahora, la cara más conocida de un fenómeno desatado por la crisis económica y, sobre todo, por la implacable ascensión del euribor. Pero detrás de los problemas financieros de las grandes compañías se esconden verdaderos dramas particulares y de pequeñas compañías que, impotentes ante sus deudas, se ven inmersos en un concurso de acreedores; lo que antes se conocía como la quiebra. Aún son pocos, pero lo preocupante no es el volumen sino la velocidad a la que crece el número de personas particulares que se acogen a esta figura. En el segundo trimestre, 89 personas físicas sin actividad empresarial alguna se convirtieron en deudores concursados, lo que supone un impresionante incremento del 345% interanual, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cosas no van mejor a las empresas, sobre todo a las vinculadas al ladrillo, las que más están sufriendo a la hora de pagar sus créditos. Desde hace un año, los tipos de interés no atienden a peticiones de Gobiernos ni reparan en la situación de los hogares.