Solbes insinúa crecimientos del PIB «muy próximos al cero %»

El ministro de Economía, Pedro Solbes, que la semana pasada rebajó a la mitad la previsión de crecimiento de la economía española para 2008 no descarta nuevos ajustes si el mercado del petróleo se complica aún más. Así lo advirtió ayer, al tiempo que reconocía la posibilidad de que el PIB registre crecimientos «muy cercanos al cero por ciento» a finales de año o comienzos de 2009. De todos modos, matizó, el Ejecutivo no trabaja bajo el escenario de una eventual recesión.

Sobre la inflación, el vicepresidente segundo explicó que su gabinete «no descarta» que el repunte de los precios se sitúe alguna décima por encima del 5% en julio. Una corriente alcista que también se mantendrá en agosto.

La crisis es y será aún más larga e intensa de lo que se había previsto hasta ahora. Ese es el análisis que se desprende del último Boletín Económico del Banco de España, publicado ayer que reveló que el PIB ha crecido sólo un 0,1% en el segundo trimestre respecto al primero, con un incremento interanual a cierre de junio del 1,8%.

Un verdadero frenazo causado por una desaceleración internacional más acusada de lo esperado y que podría prolongarse «hasta bien entrado el 2009». Tras el empeoramiento generalizado, añade el organismo, se encuentran una demanda interna claramente a la baja y un notable deterioro del empleo y la inversión.

El Banco de España destaca también la pérdida de confianza de las familias, que han pasado a consumir mucho menos, así como el recorte de la inversión de las empresas. En este escenario, el instituto emisor pide a los agentes sociales contención en los salarios y al Gobierno una política fiscal austera así como el mantenimiento a capa y espada de la estabilidad presupuestaria. La institución añade que a pesar de la notable pérdida de dinamismo del mercado de trabajo, los salarios continuaron aumentado, reflejando el repunte del salario medio pactado en los convenios (un 3,5% interanual más en junio).

Así, asegura, el incremento del coste por trabajador y el encarecimiento de las materias primas «configuran un escenario de tensiones de precios». Incluso advierte que «podrían estar empezando a producirse efectos indirectos». Y carga contra las cláusulas que garantizan el IPC en los sueldos de las que dice que «aumentan la probabilidad de que la subida de los precios se trasladen a los salarios el año que viene, dificultando el ajuste de la economía».

Endeudados

El crecimiento del 0,1% en el segundo trimestre contrasta con el ya escaso 0,3% del periodo enero-marzo que, a su vez, fue cinco décimas inferior al registrado en el último trimestre de 2007. En su Boletín, el organismo da especial importancia al «significativo recorte» de la demanda nacional entre abril y junio, que en conjunto habría aumentado un 1,9% frente al 2,8% del trimestre previo. En compensación, la demanda exterior neta mejoró un 0,2% para aportar únicamente 0,1 puntos porcentuales negativos al crecimiento.

El Banco explica que «la corrección del sector residencial se ha agudizado en los últimos meses y está teniendo un marcado impacto sobre el empleo». Y lanza un mensaje de alerta al apuntar que el nivel de deuda alcanzado por algunos hogares y empresas, junto con el incremento del coste de financiación y el debilitamiento de la actividad «debe estar aumentando el porcentaje de aquellos que se encuentran bajo mayor presión financiera». Algo que se refleja ya en el constante incremento de las tasas de morosidad.

Como consecuencia de la presión, el consumo de las familias sólo creció un 1% interanual en el segundo trimestre lo que refleja que «el deterioro de la confianza está afectando negativamente a las decisiones de gasto». Como compensación, matiza, es muy probable que la tasa de ahorro haya comenzado a repuntar en un movimiento que refleja que los ciudadanos se endeudan menos, gastan menos y empiezan a guardar su dinero.