Evitar riesgos a la hora del baño

El verano y las altas temperaturas, la llegada de las deseadas vacaciones para algunos y de los fines de semana para otros, son la mejor excusa para disfrutar de esta época del año y descansar. Playa, piscina, ríos... cualquier lugar es bueno para refrescarse del calor al que nos enfrentamos en estas fechas. Y además de la diversión no hay que olvidar que es importante tener en cuenta que son muchos los riesgos a los que se enfrenta un bañista, ya sea mejor o peor nadador. Por eso, siempre es bueno hacer caso de las recomendaciones de seguridad que nos aportan para evitar las situaciones graves en las que tengan que intervenir Protección Civil.

La oferta de cursos de natación en esta época es abundante, sin embargo, suelen ser sólo los más pequeños los que acuden a estas clases. Por ello, si no se sabe nadar, hay que evitar adentrarse en las zonas que cubran o tirarse sin cerciorarse la profundidad del agua.

Por otro lado, las horas de la comida se deben respetar, así como su posterior reposo para evitar el riesgo de sufrir una congestión. Además, la atención es imprescindible, sobre todo dentro del agua, pues uno mismo debe ser responsable de sus actos y comportamientos.

La vigilancia en zonas de bañistas es otro de los factores relevantes en verano. Los profesionales en salvamento está para ayudar, pero el bañista a veces no se lo pone fácil, por lo que hay que intentar estar a la vista de los socorristas.

Por otro lado, la protección de la piel a la hora de exposición al sol debe ser una prioridad para todos, así como la continua hidratación de cuerpo. Beber mucha agua, sobre todo cuando se practican actividades físicas, es fundamental para evitar problemas de salud.

Son evidentes los riesgos a los que nos enfrentamos en las zonas de baño y, aunque a veces parecen innecesarios, estos consejos son fundamentales para que se puede disfrutar de buen verano y de una buena salud.