CABLEADO. Un grupo de vecinos pasea frente al edificio en obras de Sopranis, 1 e n Cádiz. / E.S.M.
CÁDIZ

Quejas en Santa María por la «inseguridad» en las obras de un edificio de viviendas

Los trabajos en el inmueble de la calle Sopranis, número 1, dejan los cables de la electricidad a menos de un metro de altura de la calzada con viandantes «Cualquier niño pequeño que pase por aquí puede coger los conductos y sufrir una descarga», dice preocupada una vecina del céntrico barrio

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Los trabajos que se realizan para rehabilitar un edificio completo de viviendas, en la calle Sopranis, número 1, está provocando más de un dolor de cabeza a los vecinos. Algunos habitantes del céntrico barrio de Santa María de Cádiz, donde se realizan los trabajos, lamentan que la reforma de del inmueble, que gestiona una promotora privada, «no se lleva a cabo de forma correcta». «Los cables de la electricidad están al alcance de cualquiera que pase por aquí», se quejaba ayer María, una gaditana de 32, vecina de Santa María. Sobre su cabeza, una madeja de conductos de la electricidad atravesaban la calzada, a pocos centímetros de la mujer.

La preocupación de María, sin embargo, no se queda aquí: «Para nosotros es peligroso, pero aún más para los niños pequeños que pasean por el barrio. En cualquier momento pueden agarrar los cables, creyendo que se trata de un juego, y sufrir una descarga eléctrica», lamenta María.

«Es peligroso»

La preocupación de esta vecina queda patente con una con un simple vistazo a la zona. En la calle Sopranis los cables de la electricidad trepan por las paredes exteriores, al alcance de los vecinos. Lo mismo ocurre en la colindante vía Cristo de la Sentencia: sólo que aquí los conducto eléctricos cruzan la calle de un extremo a otro. En algunos puntos del recorrido, los canales pasan tan cerca de las cabezas de los ciudadanos, que uno debe estar atento, si no quiere chocar con ellos.

Sin embargo, la batalla de los vecinos no es nueva: las obras en este céntrico edificio de cinco plantas, comenzaron a finales de 2007. Los trabajos se producen a escasos 50 metros de la plaza de San Juan de Dios de la capital, sede del Ayuntamiento de Cádiz.

«Es peligroso pasar por aquí cada mañana», se queja Gema, de 35 años. «Las obras se hacen de forma descuidada sin tener en cuenta el riesgo que pasan los vecinos», concluye.