DISTURBIOS. Grupos de seguidores de Karadzic protagonizan, ayer, protestas en Belgrado. / AFP
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El ex presidente serbobosnio decide autodefenderse

Su abogado intenta impedir el traslado a La Haya durante el fin de semana para que pueda visitarlo su familia

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Radovan Karadzic ha decidido defenderse a sí mismo ante el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), pero contará con la ayuda de un equipo de asesores, según informó ayer en Belgrado su abogado, Svetozar Vujacic. «Considera que será la mejor forma de mostrar su inocencia. Está entusiasmado con el trabajo que hizo Seselj», declaró el letrado. Se aferra a la teoría de otros criminales de guerra yugoslavos, que siempre estuvieron convencidos de que su condena estaba escrita antes del proceso.

Vojislav Seselj, líder del Partido Radical Serbio (SRS), jurista de profesión, que se entregó de forma voluntaria en 2003 tras ser acusado de crímenes de guerra en Croacia, se resistió a cualquier posibilidad de que le sea impuesto un abogado de oficio. También el ya fallecido ex presidente serbio Slobodan Milosevic, acusado de genocidio, se había defendido sin asistencia legal en su juicio.

Karadzic está acusado de la matanza de miles de varones musulmanes en Srebrenica y de graves crímenes de guerra cometidos durante el asedio de Sarajevo.

Su actual representante legal aseguró que «está lleno de fuerza y energía, de buena salud psíquica y física, optimista, seguro de que la justicia y la verdad triunfarán, con la ayuda de Dios». El abogado, que visitó ayer a su cliente en la cárcel, declaró que Karadzic «está como nuevo, de aspecto igual que hace 14 años, afeitado, con el pelo corto y, asombrosamente, no ha envejecido nada. Sólo está un poco más delgado».

Vujacic no excluyó que su defendido sea extraditado este fin de semana al TPIY, posibilidad anunciada por el portavoz de la fiscalía especial serbia de crímenes de guerra, Bruno Vekaric. No obstante, el abogado adelantó que recurrirá esta medida mañana, último día del plazo legal previsto. Explicó que su objetivo es retrasar el proceso, para que no pueda ser trasladado a La Haya antes del lunes y su familia, que reside en Bosnia, pueda visitarle en Belgrado.

Sin documentos

La familia de Karadzic no ha podido trasladarse aún a la capital serbia porque la Oficina del Alto Representante Internacional en Bosnia le ha retirado los documentos de identidad al sospechar que formaba parte de una red de apoyo al acusado.

La hija de Karadzic, Sonja, declaró ayer que han solicitado el permiso. «Mi madre está muy enferma, ésa es la principal razón por la que pedimos que nos devuelvan nuestra documentación. Queremos ir a Belgrado para ver a nuestro padre. No podemos viajar a Holanda, así que pienso que ésta es nuestra última ocasión para verlo», manifestó.

Por su parte, Luka, hermano menor del presunto genocida, dijo ayer a la agencia de noticias Tanjug que el detenido estaba satisfecho con el trato recibido hasta ahora. «No tenemos quejas sobre el personal penitenciario, que se ha comportado de forma muy profesional», señaló.

El ex presidente serbobosnio ha sido ya interrogado por un juez de instrucción en el tribunal especial de crímenes de guerra, con lo que se iniciaron los procedimientos legales para su extradición al TPIY, que deberá acelerar el juicio, ya que tiene de plazo hasta 2010 ó 2011 para finalizar los procesos.

Una novela 'profética'
Una novela de la autora serbia Mirjana Djurdjevic, publicada en 2006 e inspirada en la búsqueda de Radovan Karadzic, «escondía» al presunto criminal de guerra en un consultorio médico donde trabajaba como psiquiatra. En la novela de espionaje, titulada 'Prvi, drugi, treci covek' ('Primer, segundo, tercer hombre'), Djurdjevic «esconde» al ex líder serbobosnio en un consultorio belgradense donde le visitan agentes de diferentes servicios secretos.

La novela fue elogiada por el público y la crítica literaria en Serbia y figuró entre las obras que aspiraban a un prestigioso premio nacional de literatura. La autora explicó su idea de 'esconder' a su protagonista entre los psiquiatras como resultado de su «sana lógica».