ESPAÑA

Las bombas de Cantabria contenían 5 kilos de explosivos

Las Fuerzas de Seguridad atribuyen al 'comando Vizcaya' de ETA la colocación de los artefactos en Noja y Laredo

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Las cuatro bombas colocadas el domingo por ETA en las localidades cántabras de Laredo y Noja contenían entre 3 y 5 kilogramos de un explosivo aún por determinar. Las investigaciones apuntan al 'comando Vizcaya'. Las localidades afectadas condenaron los atentados con sendas concentraciones de protesta e intentaron recuperar la normalidad.

Los primeros análisis apuntan a que los artefactos abandonados en las playas La Salve de Laredo y Ris de Noja y en el campo de golf de esta última localidad fueron introducidos en fiambreras a las que los terroristas adhirieron sendos detonadores para programar las explosiones que se produjeron entre las 12.15 y las 14.50 horas. Las deflagraciones, comunicadas con antelación en una llamada en nombre de ETA a los Bomberos de Vizcaya en Trapagarán, no causaron daños personales ni destrozos materiales de consideración.

Las fuerzas de seguridad buscan a los autores de los atentados, que podrían haber sido perpetrados por el 'comando Vizcaya' de ETA. Un 'talde' supuestamente integrado por, al menos, dos miembros 'liberados' (a sueldo) y varias células de 'legales' (no fichados) responsables de los últimos atentados de la banda.

La corta distancia que separa Bilbao de Laredo (30 minutos) y de Noja (50 minutos) abona la teoría de que los terroristas podrían haberse desplazado desde el País Vasco a la vecina comunidad de Cantabria, donde habrían colocado las bombas para retornar de inmediato a su punto de origen. Además, el aviso de la colocación de los explosivos lo hizo una mujer desde una cabina telefónica de la localidad vizcaína de Sopelana.

Laredo y Noja, localidades cuya economía se sustenta en el turismo, principalmente vasco, intentaron recuperarse del 'shock' sufrido y volver a la normalidad. Los ayuntamientos de ambas localidades condenaron los atentados y dejaron claro que «ni las bombas ni cualquiera de la formas que utilizan» los etarras «para amenazar y amedrentar» a la sociedad «nos alejarán de los principios que rigen el Estado de Derecho y el marco constitucional en el que vivimos». Medio millar de personas se concentaron ante el consistorio laredano para reclamar el fin de ETA.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, evitó hacer conjeturas sobre la autoría o motivación de estos últimos atentados etarras y recordó que las fuerzas de Seguridad tienen órdenes de «no parar» en su acoso a la banda. «Nosotros no tenemos campaña de verano ni de invierno, estamos todo el día encima (de los terroristas)», señaló el máximo responsable de la Policía y la Guardia Civil.