Pareja joven busca donante de óvulos

La esterilidad femenina ha sufrido un repunte en los últimos años, según indican los especialistas. Las mujeres incapaces de producir óvulos por fallos en la función ovárica o que no pueden usar los suyos bien porque son de baja calidad o porque podrían transmitir enfermedades genéticas recurren a células ajenas para la fecundación in vitro.

El aumento de la demanda, unido a la escasez de donantes no ha suscitado aún un cambio de ley para la creación de bancos de óvulos similares a los de semen. La única forma de conseguir ovocitos es por donación directa y cada vez es más difícil encontrar a mujeres dispuestas a someterse al proceso.

Este tipo de tratamientos sólo se realizan en clínicas privadas de la provincia, los centros públicos están aún a la espera de que la regulación normativa sea más concreta. La situación hace que la lista de espera de los centros extrahospitalarios crezca de forma exponencial. La doctora Inmaculada Díez, ginecóloga de la Clínica Sherman indica que el tiempo de espera de las parejas para conseguir un óvulo es de seis meses a un año.

La especialista recalca que hay muy pocas jóvenes que se presten a donar sus óvulos, no sólo por las dudas éticas que pueda plantear el proceso, sino por las molestias que ocasiona. «Hay que preparar a la paciente con un tratamiento hormonal para que en lugar de uno ovule varios en un mismo mes y poder extraer entre cinco y diez», explica la doctora Díez.

La extracción también es molesta y es por ello que se les ofrece una remuneración económica. Aunque la clínica no ha facilitado datos, el precio supera los 600 euros, según ha podido saber este periódico.

Compensación

En todo momento los centros de reproducción insisten en que esta cantidad se ofrece como compensación por las molestias no por la donación, que, a efectos legales, ha de ser gratuita. La ley permite que se implanten como máximo tres embriones de una misma mujer.

En cuanto a efectividad de los tratamientos, aproximadamente el 40% de las parejas logran el embarazo por ciclo reproductivo, según los datos de la clínica jerezana, que cada año cuenta con una bolsa de entre 50 y 60 voluntarias.

La edad de la donante debe estar comprendida entre 18 y 35 años y tener buen estado psicológico y físico, historial negativo de enfermedades de transmisión genética y estar concienciada de que nacerá un niño con su ADN. La ginecóloga del centro privado asegura que las jóvenes que se prestan a las donaciones tienen muy claro estos requisitos y a todas «se les realizan los análisis oportunos antes de la extracción».