ANÁLISIS

Fuimos volando

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ara terminar la segunda semana del Tour la etapa de ayer fue rapidísima y más movida que la anterior. Fuimos volando antes de producirse la primera fuga, que se produjo sobre el kilómetro sesenta. Hasta ahí la media estuvo en 52'5 por hora. En ella entraron dos de mis compañeros del Caisse d'Epargne, Chente y Guti. No les dejaron que abriesen demasiado hueco y entre la veintena de corredores que estaban no hubo entendimiento alguno. Después se produjo otra fuga manteniéndose José Iván. Cuando el pelotón les rebajó del minuto éste emprendió en solitario una aventura por si podía rematar, aunque era muy difícil por los intereses de los equipos que querían ganar en un esprint masivo, como así terminó. Importante la victoria de Freire. Estuvo bien. Al final fue la recompensa que él sabía le llegaría antes o después. El fuerte calor provoca que este bebiendo durante la etapa entre seis y siete litros de agua, aunque en esa cantidad entra algún bidón de alimento líquido. Otros de sales los llevo en el coche y si los necesito me los baja algún compañero. De nuevo estuve en el último kilómetro bastante adelantado, entre los diez primeros, luego me dejé caer atrás pero sólo fue para salvar, como siempre, las rotondas. Llevé los dedos puestos en los frenos por si se producía alguna caída o un frenazo. Evans entró a mi rueda. Los Alpes ya están aquí y allí estaré, intentando hacer todo lo que mejor pueda en ellos.