Cultura

El FIB inicia la moda de los grandes festivales con «matices solidarios»

El Festival Internacional de Benicàssim (FIB) ha iniciado en esta edición una ambiciosa campaña de concienciación medioambiental para inculcar entre los participantes una serie de buenas prácticas medioambientales, que incluyen desde el reciclaje selectivo hasta el ahorro de agua. Reducir el número de residuos generados tanto por los fibers como por los trabajadores de la organización, de los bares y de las tiendas que hay en el recinto es el objetivo que sustenta la nueva campaña Limpio + Verde, por un festival sostenible, según explica la coordinadora de este proyecto, Nuria Díaz. Esta edición del FIB Heineken es el «año cero» de la campaña, afirma Díaz, quien, consciente de la dificultad que entraña, especialmente entre los asistentes, se conforma con que su equipo de medio ambiente haga una «auditoría» para «saber cómo reacciona la gente y seguir haciendo hincapié en lo que sea necesario» ante próximas citas.

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Se muestra convencida, sin embargo, de que el catálogo de buenas prácticas, recogido tanto en el programa de actividades como en los elementos de cartelería y proyectado en las pantallas de cada escenario en los interludios de los conciertos, irá calando también entre la propia organización, que ha sido instruida para promover su comportamiento ecológico. Según dice, la del FIB es la campaña informativa «más machacona» de todos los festivales que se celebran en España, si bien alguno también ha puesto en marcha determinadas prácticas con la intención de convertirlas en habituales.

Así, tanto el Daydream de Barcelona como en el Summercase, que se celebra conjuntamente en Madrid y Barcelona, han comenzado ya a distribuir vasos reutilizables, más resistentes que los habituales, que los asistentes adquieren por un euro al inicio del festival.